21 de julio de 2022
Bajo la dirección de Baz Luhrmann, el actor interpreta al coronel Tom Parker, el controvertido manager que convirtió a Elvis Presley en una estrella mundial.
Matices humanos. El protagonista de Forrest Gump se pone en la piel de un personaje al que define como un «ingenioso granuja».
VENANCE/AFP/DACHARY
A los 65 años y con dos Oscar y otras 4 nominaciones a la estatuilla dorada, una carrera paralela como director y un lugar de privilegio en la industria hollywoodense gracias a una compañía productora, Tom Hanks puede decir que lo ha logrado todo. Sin embargo, no ha perdido el interés por actuar, sobre todo cuando se le presentan nuevos desafíos. Por eso, aunque está acostumbrado a interpretar protagonistas de buen corazón, vio en Elvis una buena oportunidad para romper ese molde bajo la dirección de Baz Luhrmann. Además, en los últimos meses el intérprete trabajó en una versión con actores de carne y hueso de Pinocho, dirigida por Robert Zemeckis, en la remake hollywoodense del filme sueco Un hombre llamado Ove y en Asteroid City, la película que Wes Anderson filmó íntegramente en España
«Cuando pactamos la cita, lo único que sabía era que Baz quería hablar conmigo sobre Elvis, y yo pensé que iba a perder el tiempo» explica el actor sobre su primer encuentro con el realizador australiano, responsable de éxitos como Moulin Rouge y El gran Gatsby. «En el encuentro me explicó que no hubiese habido un Elvis sin un coronel Tom Parker. Y viceversa. Era una relación simbiótica. Yo ni siquiera sabía cuál era el aspecto del coronel Parker. Nunca había escuchado su voz. Pensé que era un tipo alto y estentóreo que hablaba con grandilocuencia. Y en cambio resultó ser un ingenioso granuja de feria que disfrutaba de robarle a un chico 25 centavos más por una foto de Elvis con el mismo entusiasmo con el que le robaba a un casino en Las Vegas 25 millones de dólares. Le provocaba el mismo placer. No pasaba por el dinero, sino por la situación», cuenta sobre su personaje.
La película, que recibió una ovación cuando fue presentado en el último Festival de Cannes, llega a las salas locales en estos días. La trama se centra en la compleja relación entre Elvis Presley y su manager, el «coronel» Parker, quien no era ni militar ni estadounidense. En realidad se trataba del holandés Andreas Cornelis van Kuijk, que había llegado a Estados Unidos tratando de dejar atrás el pasado turbio que lo perseguía en su país. Por eso optó por cambiar su nombre y nunca quiso pedir una tarjeta de residencia, a pesar de que a lo largo de su vida tuvo numerosas oportunidades para convertirse en ciudadano estadounidense. «Baz me habló del coronel como este gran trabajador de feria, sabiendo que lo que hacen es llevar a la gente hasta las luces rutilantes en las afueras de la ciudad, prometiéndoles algo que no han vivido antes. Creo que la conversación con Baz duró siete minutos, hasta que le dije que contara conmigo y que por favor me mostrara una foto de ese coronel. Me la enseñó y en ese momento me pregunté en qué me había metido», señala el actor californiano con el humor que lo caracteriza.
Revolución musical
La historia está protagonizada por Austin Butler, que cuenta con una larga carrera en televisión aunque también interpretó a Tex Watson en Había una vez en Hollywood, de Quentin Tarantino. El film cuenta cómo Parker descubrió a Elvis cuando este era un desconocido y lo transformó en una estrella revolucionaria, aun cuando las condiciones económicas nunca fueron totalmente favorables para el cantante. La razón por la que Luhrmann pensó en Hanks para el personaje fue muy sencilla: tiene un rango actoral suficientemente amplio como para enojar a la audiencia y a la vez empatizar con ella. «He escuchado muchas anécdotas que muestran que el coronel era, en los hechos, un hombre encantador. Él iluminaba cada cuarto en el que entraba con su presencia. La exesposa de Elvis, Priscilla, y su primo, Jerry Presley, me dijeron que les hubiera gustado que todavía estuviera vivo», advierte Hanks, para luego aclarar: «Pero a la vez era un delincuente de pacotilla que se tomaba el dinero a la ligera. Aunque tenía esa faceta, todos estaban contentos con él. Era un hombre que le ponía ganas a todo lo que hacía por más que le gustara robar un poco».
Socios históricos. Hanks en la piel del coronel Tom Parker y Austin Butler, el actor y cantante que personifica a Elvis en la película.
Elvis, que ya se perfila como uno de los grandes estrenos de la temporada, también cuenta en su elenco con Olivia DeJonge como Priscila Presley, Kodi Smit-McPhee y Dacre Montgomery, conocido por su papel en Stranger Things. Aunque muchos pueden llegar a ver a Hanks como el malo de la película, él no se lo toma de esa manera. «No me interesaba interpretar a un villano solo para tener la experiencia. Lo que Baz me explicó desde un principio fue que el coronel vio una oportunidad de esas que se dan solo una vez en la vida de tomar a un talento inusual y convertirlo en una fuerza cultural. Él sabía que Elvis podía lograrlo», afirma. Y enseguida completa: «Hay un momento en la película que está tomado de la vida real, en donde el coronel ve a alguien en un escenario haciendo algo que nunca antes había visto. Un cantante que se retorcía como loco, sin mostrar ninguna duda, con una fuerza poderosa. Pero él no estaba prestando atención a lo que este hombre estaba haciendo en el escenario; lo que observaba era el efecto que tenía en el público que lo estaba escuchando cantar. Se dio cuenta de que ese muchacho era como la fruta prohibida, y tuvo total conciencia de que se podía ganar muchísimo dinero y que podía convertirlo en algo que fuera mucho más allá. Yo le doy al coronel todo el mérito por haberlo logrado».
Sin dudas, lo que más divirtió al protagonista de Forrest Gump y Rescatando al soldado Ryan, entre otras, fue la dualidad de su personaje, que por un lado es un astuto empresario que sabe cómo empujar la carrera de Elvis y por el otro lado no pierde las mañas aprendidas cuando se ganaba la vida como estafador de pacotilla. «La variedad de formas en las que el coronel Tom Parker lograba engañar a la gente por monedas o billetes era extraordinaria. En los hechos, he aprendido algo de él en ese sentido. Es que uno se lleva algo de cada papel», bromea. «Me encantó que nadie supiera mucho del pasado de este hombre, pero hay algunas historias muy sorprendentes que cuentan por qué se fue de Holanda y cómo lo hizo. Aparentemente se estaba escapando de algo que había pasado allí, pero también quería irse de su pequeño pueblo. Buscaba la posibilidad de hacer algo grande. ¿Y quién desperdiciaría una oportunidad como la que él tuvo? También es interesante cómo se cambió el nombre. Tan pronto como alguien le dijo en chiste que lo iba a llamar coronel honorario Tom Parker, él simplemente dijo: “A partir de ahora soy el coronel Tom Parker”. Escuché una anécdota sobre él que tuvo lugar en 1956. Alguien le preguntó cuál era la magia que había hecho con Elvis “la pelvis” Presley y respondió: “El año pasado mi muchacho tenía el equivalente de un millón de dólares en talento. Este año tiene ese millón en el banco”. A la vez, me atrevo a decir que el 10% de esa cifra estaba en los bolsillos del coronel», resume Hanks.