19 de agosto de 2022
Durante el nuevo juicio contra Milagro Sala, a quien se acusa de planificar el supuesto robo de un expediente en 2007, ocurrió un sorpresivo hecho: el primer testigo de la fiscalía declaró, ante el tribunal oral, que la semana pasada fue presionado en nombre del jefe del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Sergio Lello Sánchez, funcionario del gobernador Gerardo Morales, para que «declare bien». El testigo, José Luis Ruiz, quien vive en situación de indigencia en la actualidad, aclaró que «declarar bien» significaba por lo menos involucrar a uno de los acusados, específicamente a Alberto Bellido, por entonces abogado de la Tupac Amaru. De acuerdo con su declaración, a cambio le ofrecieron devolverle el trabajo, de donde lo echaron hace algo más de tres años, e incluso que le abonarían los sueldos no percibidos durante ese lapso de tiempo. «No soy un corrupto, estuve 39 años en la Justicia, nadie me va a hacer decir lo que no es», declaró Ruiz ante el Tribunal Oral 3 de Jujuy.