25 de abril de 2014
Silencio en la tarde otoñal. ¿Es eso un indicador de que todo anda bien? Podría serlo, pero si se trata de la casa de Boni, el silencio es solamente el presagio de la pregunta que se viene.
–Pa, ¿de qué hay que trabajar para ganar tiempo?
Y vino, nomás.
–Boni, ¿podrías ser más claro en la pregunta?
–Ay, pa, ¡no perdamos tiempo! Es simple. Mirá, yo en la tele veo avisos de «el tiempo perdido», «la década ganada», «hay que ganar tiempo», «recuperar el tiempo», pero después todos se manejan con dinero. Nadie te paga 5.000 minutos por tu trabajo, o si compro una golosina, me piden pesos, no segundos. ¡Y yo quiero ganar tiempo para poder disfrutarlo! Porque los «adultos» siempre dicen que no tienen tiempo y el poco que tienen lo usan para conseguir dinero. Pero si tienen dinero y no tienen tiempo, ¡no les sirve para nada! Pa, ¿puedo ir a un banco y pedir que me presten 4 años? ¿Le puedo pedir a la abuela que para mi cumple me regale un mes? ¿Vos no me podrías dar unas horitas por semana? ¿Hay algún lugar donde depositás unas horas y te dan minutos de interés? ¿Hay minutos oficiales y minutos blue? ¿Existe la campaña «Años cuidados»?
–Boni… – intentó el padre, pero Boni seguía.
–En 2001, ¿Cavallo se quiso quedar con el tiempo de los argentinos y nos hizo perder muchos años a todos?
–Boni, mirá, este es un tema complejo…
–Ya sé que para vos es complicado, pa, como todo. Esto me lo va a resolver la compu, rápido y bien.
–Bueno, Boni, yo soy tu papá, está bien que me preguntes cosas.
–Ay, pa, dejalo así. Antes los chicos creían que los Reyes Magos, y los que sabían todo, eran los padres. Ahora sabemos que son Féisbuk, Tuiter y Gugl. Mirá, acabo de ver en la compu el aviso de un banco que dice «Time is money, el tiempo es dinero», así que me voy.
–¿Adónde? ¿Qué vas a hacer?
–¡Voy a llevar 20 pesos a ese banco, a ver cuantos minutos me dan!
—Rudy