25 de junio de 2014
Tarde de invierno. El padre de Boni, como tantas veces, intenta el merecido descanso vespertino. Y, como tantas veces, no lo logra, interrumpido por la requisitoria filial.
–Papá, estoy muy preocupado. ¡Abdicó el rey de España!
–¿Y desde cuándo te preocupa la política europea, Boni?
–Ay, pa, ¿qué tiene que ver la política europea con que abdique el rey de de España? ¿No estás actualizado, pa? ¿No sabés que la política europea solamente depende de lo que pase en Alemania, y un poquito en Francia, y que ninguno de esos dos países tiene rey, y que si no tienen reyes, no hay nadie que pueda «abdicar»?
–¿Y entonces?
–¿Cómo «y entonces», pa? ¿No te das cuenta de que esa noticia sí tiene que ver con nosotros? ¿No entendés que España en Europa influye más o menos como Madagascar en el Mundial de Fútbol, pero que en América influye un montonazo?
–Bueno…
–Bueno no, pa, malo, malo. Mirá, leí que una vez, hace más de 200 años, abdicó un rey de España, y por eso acá vino la Revolución de Mayo, porque decían que si el rey de España no gobernaba en España, no tenía por qué gobernar acá.
–¿Y qué? ¿Tenés miedo de que haya otra revolución para que no nos gobierne el rey de España?
–Ay, pa, no soy tonto. Ya sé que no nos gobiernan más los españoles. Hasta hace poco, sí, ya que tenían los aviones y el petróleo, pero ahora no.
–¿Y te da miedo que el nuevo rey Felipe quiera reconquistarlos?
–Y, un poquito sí, pa. Porque hace unos 12 años, nosotros tuvimos a un Felipe, que no era rey, pero actuaba como si lo fuera. En verdad se creía que era como el rey Midas, pero en vez de convertir los pesos en oro, los convertía…
–En dólares.
–No, pa, en deuda, los convertía en deuda. Y ese «falso rey» se dedicó a conquistar el país… ¡en nombre de los extranjeros! ¿Te acordás? Esto para España, esto para Francia, esto para Estados Unidos, ¡hasta pedía plata prestada al sólo efecto de que les debamos más plata, así podían conquistarnos mejor!
Silencio en la tarde. Otra vez.
—por Rudy