28 de octubre de 2022
A propósito del documento «Aportes para un cooperativismo de plataformas feminista», de la publicación Economía popular, social, solidaria y feminista, en la sala Meyer Dubrovsky del CCC Floreal Gorini (y por streaming), el Espacio de Géneros de la RUESS (Red Universitaria de Economía Social y Solidaria) y la FES Argentina (Fundación Friedrich Ebert Argentina) organizaron una mesa redonda.
Coordinada por Violeta Boronat Pont (Idelcoop y Espacio de Géneros de la RUESS) y María Julia Eliosoff (FES Argentina), participaron las investigadoras del CCC Denise Kasparian y Agustina Súnico, autoras, entre otros, del documento presentado.
También disertaron Naiara Calvin y Natalia Mayans (de la red Mercado Territorial –MT–) y Cecilia Muñoz Cancela (Federación Argentina de Cooperativas de Trabajo, Tecnología, Innovación y Conocimiento –FACTTIC–). Comentó en el cierre Valeria Cirillo (investigadora de la Universidad de Bari, Italia). Asimismo, se proyectó un video realizado por la cooperativa de trabajo El Maizal sobre la temática.
En 2019 se creó el Espacio de Géneros de la RUESS «para incorporar una perspectiva de género, no solo en nuestra labor sino también en las organizaciones con las que trabajamos», señaló Boronat Pont. «En este tiempo, y pandemia mediante –agregó–, hemos generado encuentros presenciales, encuentros virtuales, un relevamiento para conocer todas las actividades que vienen haciendo diferentes grupos».
La FES pregona los valores de democracia, justicia social, feminismos y transformación socioecológica. Eliosoff señaló que «desde el mundo del cooperativismo y desde la economía social, solidaria y popular hay muchas herramientas muy concretas que son las que en este artículo se ponen en juego para resistir y proponer nuevos modos de organización a los despojos digitales».
«En el artículo lo que buscamos es, a partir de algunos casos concretos, poder ver cuáles son las potencialidades del cooperativismo para poder avanzar en el desarrollo, para contribuir a que existan plataformas digitales feministas», apuntó Kasparian.
Súnico, en tanto, explicó que los beneficios de plataformas como Zolvers no son del todo convincentes. Se interesó, por ejemplo, por la plataforma cooperativa Up and Go. Creada en 2017 en Estados Unidos, permite contratar servicios como el de limpieza de casas particulares, con un modelo de gestión democrático y de propiedad colectiva.
«Hackeando el cis-tema», fue el título de la exposición de Muñoz Cancela, quien relató diversas actividades con perspectiva de género en tecnologías y subrayó la importancia de pensar en FACTTIC «un semillero de socixs que no sea para incorporar mujeres o diversidades, sino que sea para incorporar socixs, pero que ya lo podamos diseñar con perspectiva de género».
MT nació en 2015 como una línea de trabajo de la incubadora de economía, mercado y finanzas solidarias de la Universidad Nacional de Quilmes, con el objetivo de encontrar canales alternativos para la comercialización entre productores y consumidores. «Otra economía es posible y uno de los mecanismos para llevarla adelante es a través del precio justo», aseguró Mayans. En ese marco, Calvin habló sobre Proyecto Chasqui, una aplicación de comercio electrónico para productos de la economía solidaria que «permite ordenar esos pedidos y facilitar la tarea de las compañeras en los territorios».
Cirillo compartió sus reflexiones del artículo: «Pensamos a la cooperativa de plataformas como posible modelo alternativo», dijo la investigadora europea. «Las condiciones de trabajo de las cooperativas –añadió– son generalmente mejores, son dignas con respecto a lo que vemos en las otras plataformas capitalistas, el tema es que por ahora involucran a un grupo limitado de trabajadores y trabajadoras».