Política en movimiento

28 de noviembre de 2022

Se acerca fin de año y las dos principales alianzas políticas del país se preparan para la puja electoral de 2023. En el Frente de Todos prima una fuerte iniciativa de la vicepresidenta Cristina Fernández en el sentido de aglutinar a las distintas vertientes del oficialismo, sin excluir a ninguna referencia, inclusive las que durante estos últimos años se mantuvieron más alejadas de sus posturas personales y su corriente política. Cristina Fernández mantuvo reuniones con ministros, exministros, gobernadores, intendentes y movimientos sociales y políticos buscando que se impongan las posiciones comunes por sobre las divergencias.
En la oposición continúan las discrepancias entre los dos candidatos presidenciales más visibles: el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la titular del PRO y exministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Recientemente Rodríguez Larreta dijo no ser violento, como respuesta a duros ataques de Bullrich, marcando el tono de un intercambio que se produce mientras el expresidente Mauricio Macri sobrevuela las disputas internas desde Qatar y sin definir su rol. A ese cuadro habría que agregarle las aspiraciones ya planteadas por referentes del radicalismo quienes esta vez, dicen, se sumarían a la pelea por las principales candidaturas. En suma, Juntos por el Cambio continúa empantanado en sus peleas internas.

Aves de rapiña
El acontecimiento económico y político más importante de los últimos días fue la participación del ministro de Economía, Sergio Massa, en la reunión del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP). El organismo empresario es presidido por Marcos Celedonio Pereda Born, quien además es vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina y fuerte adherente al PRO, uno de los principales aportantes de la campaña en la que María Eugenia Vidal perdió la gobernación de Buenos Aires a manos de Axel Kicillof en 2019.
El dirigente empresario ratificó y reprochó la falta de seguridad jurídica y la necesidad de mejorar con urgencia el clima de negocios para impedir que se sigan yendo las empresas. La respuesta del ministro fue de una contundencia notoria. Señaló que, si se siguen los preceptos enunciados por Pereda Born, se agregarían siete millones de personas a la pobreza, pero además –dijo– «generaría la pérdida de valor del 70% de los activos empresarios. Tengamos cuidado con los que piden una devaluación desesperados; están destruyendo el valor de sus compañías, no solo el ingreso de los argentinos», sentenció Massa.
Además, hubo un señalamiento de gran carga política, textualmente acusó de «cuervos» a sectores del empresariado, muchos de los cuales estaban delante suyo. «En la especulación se producen situaciones de aprovechamiento. Hay muchos que crean valor, pero muchos, sobre los problemas, actúan como los cuervos, viendo qué carroña hay en el herido o cadáver. Están buscando cuál es el agujero de cada política para aprovecharse de los problemas de la Argentina». En suma, los estaba acusando de una completa falta de compromiso con todo tipo de responsabilidad social.
En el punto más delicado del momento económico, que es el de la inflación, el ministro ratificó su plan de Precios Justos. Ahora se negocia la incorporación de los denominados insumos difundidos, es decir, los envases, y también hay avances para limitar los aumentos en los combustibles, con la expectativa de que el mes de noviembre en materia inflacionaria tenga un 5 como primer número, particularmente por la baja de los alimentos.
En tanto, sigue el debate en el interior del Gobierno nacional acerca de si se implementará un bono o suma fija para trabajadores antes de fin de año, y ahora se agrega la presión de la parte combativa de la CGT y otros sectores sindicales para que los aguinaldos que se abonan en diciembre no sean alcanzados por el impuesto a las ganancias. Ambas serían, si se concretan finalmente, medidas de impacto positivo en los ingresos populares en el marco de la vigente puja distributiva.