1 de julio de 2021
Con sede en la Ciudad de Buenos Aires, la cooperativa ofrece servicios de comunicación, capacitación y asesoramiento. También producen juegos de mesa.
Creación propia. El juego fue declarado de interés educativo por la Legislatura porteña. (Coopolis)
Las iniciativas de la economía social y solidaria enfrentan, no sin dificultades, los desafíos de las crisis, proponiendo modelos alternativos a los enfoques hegemónicos. Un caso paradigmático es el de la cooperativa de trabajo Factorial que, a pesar de la cuarentena y del aislamiento obligatorio dispuesto por la pandemia, supo mantener diversos servicios profesionales para cooperativas y pymes. En 2021 cumple una década de vida y celebra su aniversario con variadas actividades. «Fundamentalmente, realizamos una serie de conversatorios en nuestras redes y las de Milorillas sobre diversos ejes de la actualidad del sector», apunta Camila Montero Bressán, coordinadora de Comunicación.
Nacida en 2011 y ubicada en el barrio porteño de Barracas, Factorial está conformada por un grupo multidisciplinario de 10 personas, entre las que hay antropólogos, diseñadores, economistas, contadores, sociólogos y docentes. Ofrece servicios contables, de comunicación y diseño, de capacitación e investigación y de asesoramiento de gestión económica y comercial. Además, en su sede cuenta con una juguetería que funciona como un espacio de comercialización e intercambio de juegos cooperativos. «Factorial se mete en el mundo de los juegos de mesa porque es la productora de Coopolis, un juego de mesa que simula la vida en una cooperativa de trabajo con distintos problemas que van surgiendo», dice Montero. Declarado de Interés en materia de Cooperativismo y Educación por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Coopolis es un juego educativo, creativo y dinámico. Los jugadores deben colaborar para fundar y llevar adelante una empresa democrática y deben tomar decisiones mientras que ponen a prueba sus habilidades de trabajo en equipo.
Tribu lúdica
Luego de ese hito creativo, Factorial se contactó con productores nacionales y con cooperativas de juegos de mesa y formaron lo que se llamó «Tribu, juegos que juntan», una red de jugueteros que comercializa juegos que promueven la reflexión crítica. Con la pandemia, los juegos de mesa volvieron a ocupar un lugar central en la vida de las familias y los pedidos desbordaron a Factorial. Sin embargo, los asociados pudieron sortear inconvenientes logísticos debido a la cuarentena y lograron abastecer la demanda. «A diferencia del año pasado, tenemos regularizada la venta online de nuestros juegos de mesa (factorialjuegos.mitiendanube.com). Se pueden pedir en la tienda o por mensaje directo en nuestras redes sociales. Hacemos envíos a todo el país», dice Montero. Comparada con 2020, también creció la demanda del sector de la economía social en asistencia técnica y otros servicios similares.
Otro proyecto importante de Factorial es la plataforma de educación Milorillas, en asociación con la uruguaya Cooperativa Integral Consultora (CIC). Milorillas funciona como plataforma Moodle, es decir, un software libre diseñado para educadores, administradores y estudiantes con el objetivo de crear ambientes de aprendizaje virtuales. Ambos emprendimientos rioplatenses han diseñado instancias de capacitación y asistencia técnica en la plataforma sobre diversas temáticas. Por ejemplo, un seminario de experiencias cooperativas en Argentina y Uruguay («Cooperativismo a dos orillas»), un curso de introducción al cooperativismo para el país oriental y el «Seminario Paulo Freire y la educación popular latinoamericana», a cargo del politólogo Hernán Ouviña. Factorial también es proveedora del Estado en capacitación y asesoría. «Podemos realizar cursos virtuales y toda aquella actividad y recurso que consideremos necesaria para llevar adelante un proceso de enseñanza y de aprendizaje significativo en la virtualidad», dice Montero sobre este servicio de la entidad, esencial en los tiempos actuales donde la educación a distancia cobra más relevancia que nunca.
