20 de julio de 2024
La Cooperativa Ganadera Indígena de Ingeniero Jacobacci permite a familias de la zona comercializar lana de oveja, pelo de cabra y también carne ovina y caprina.
Rol vital. La entidad nació hace 50 años y es parte central de la economía local.
Foto: Gentileza Cooperativa Ganadera
Uno de los principales roles del cooperativismo para mejorar los ingresos y la calidad de vida de las familias productoras es permitir saltear a los intermediarios, quienes suelen apropiarse del grueso del valor generado. Evitar este problema ha sido la razón de ser de la Cooperativa Ganadera Indígena. Nacida en 1973 y con sede en Ingeniero Jacobacci (Río Negro), ya cumplió 50 años de vida..
La cooperativa comercializa principalmente lana de oveja y pelo de cabra (mohair) junto con otras cooperativas de la región. También carne ovina y caprina a precios justos a través de la Red de Alimentos Cooperativos. Y es parte fundante de la Gestión Integrada de la Cuenca del Huahuel Niyeo, un modo participativo y democrático de gestionar el agua, integrado por prácticamente todas las organizaciones sociales de la cuenca y por actores del Estado.
Antes del nacimiento de la cooperativa, las familias, en muchas ocasiones analfabetas, vendían su producción a los llamados «mercachifles», quienes las explotaban de manera inescrupulosa.
Con motivo de los 50 años, la Cooperativa Surgente, que apoya procesos organizativos y brinda capacitaciones en la región, produjo un documental sobre la Ganadera Indígena. Allí, Helena Calfunao, asociada, cuenta que el vínculo con los mercachifles era cercano a una estafa: las familias ni siquiera sabían cuánto pesaba la lana que entregaban. Y a su producción la intercambiaban por mercadería. «Al dinero, poco lo veían», recuerda Helena. «Hasta te decían que habías quedado debiendo, y te hacían entregar animales», continúa. En ocasiones, se quedaban incluso con campos de las familias como forma de pago de supuestas deudas.
«Desde chico vi que vendíamos muy mal la lana. Mi pobre viejo iba con el camión lleno y no podía pagar las cuentas», recuerda en el documental Severo Collueque. Y sigue: «Una noche nos pusimos a conversar con Luis (Santos, primer presidente de la cooperativa). ¿Cómo podíamos hacer para vender bien la lana? Y él dijo: “Podríamos hacer una cooperativa”. Ahí empezamos, éramos seis», continúa.
La cooperativa salteó a los mercachifles uniéndose en la comercialización. El primer año vendieron a buen precio, compraron mercadería y hasta galletitas y caramelos para los chicos, «cosa que nunca habían podido hacer”, cuenta Carlos Irasola, referente cooperativista de Patagonia que la acompaña desde 1983. Y sigue: «Disfrutaron mucho de eso y los hizo defender la cooperativa tenazmente cada vez que estuvo amenazada».
Sin intermediarios. Lana de oveja, uno de los principales productos que vende la cooperativa.
Foto: Gentileza Cooperativa Ganadera
La cercanía con la provincia de Chubut permitió que, gracias a visitas realizadas, desde 1988 la entidad contara con familias asociadas del norte de aquella provincia. Mercachifles de esa zona, viendo afectado su negocio, se opusieron al trabajo de la cooperativa y la denunciaron. «Me reuní con las familias de Chubut a preguntarles si estaban dispuestas a que fuéramos a fondo para solucionar el problema. Nosotros queríamos seguir asistiéndolas: además de vender la fibra, ofrecemos forrajes, víveres y genética. Estuvieron de acuerdo», cuenta Carlos Mardones, presidente de la cooperativa.
Presente auspicioso
Luego de avanzar con las gestiones necesarias, en 2023 la Ganadera logró abrir una subsede en Gastre, norte de Chubut, contando con un centro de acopio, y proyecta disponer de un espacio propio, con galpón, oficina y sala de reuniones. Las familias productoras chubutenses que integran la cooperativa son cada vez más. «Allí se necesita nuestro apoyo», reflexiona Carlos. «Los valores a los que pagamos la fibra este año han sido seis veces superiores a los que pagan los mercachifles. En breve realizaremos allí una capacitación sobre cooperativismo, sobre nuestra historia y el significado de ser parte», continúa.
Al día de hoy, la Cooperativa Ganadera Indígena de Jacobacci es la más grande de la línea sur, con cerca de 240 personas asociadas y, como tal, y en línea con los principios cooperativos, apoya y acompaña a las cooperativas más pequeñas de la región. No solo tiene una larga historia de lucha y construcción, sino que se fortalece transformándose al andar, en un camino de expansión.
