Cooperativismo

Cine de vanguardia en años de plomo

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La sala Raúl González Tuñón del Centro Cultural de la Cooperación fue el espacio elegido para proyectar Los traidores (1973) de Raymundo Gleyzer, a 40 años de su estreno. Así se homenajeó al cineasta y militante social desaparecido en tiempos de la dictadura cívico-militar. El panel, organizado por el departamento de Artes Audiovisuales del ccc y coordinado por Cynthia Sabat (docente y periodista), fue integrado por los actores Hugo Porta y Hugo Álvarez. También se hicieron presentes Álvaro Melián (co-guionista) y Jorge Denti (miembro del Cine de la Base). «Queremos rendir homenaje a este film lleno de coraje, de valentía, que guarda una gran actualidad y que se renueva cada vez que alguien lo vuelve a ver o lo descubre por primera vez», comentó Sabat en la apertura del encuentro y luego leyó una carta redactada para la ocasión por Juana Sapire, esposa del cineasta desaparecido. «Fue producto del compromiso de mucha gente que trabajó sin cobrar, en cooperativas, confiando en la visión y el enconado esfuerzo de su director. Mi eterno agradecimiento a todos que le permitieron a Raymundo dejar esta obra del cine militante», manifestó Sapire en el mensaje.
Luego de la proyección de la ficción con base documental que investigó la relación secreta entre la burocracia sindical y el empresariado para «controlar a la clase obrera», Porta destacó la importancia de «lo que significó esta obra porque testimonia un momento particular de Argentina», al tiempo que rememoró algunas anécdotas enmarcadas en el singular contexto político vivido por los actores en la década del 70. El rodaje, con más de 100 actores, se hacía cuando estaban dadas las condiciones, de manera semiclandestina y secreta, a modo de «rodaje de guerrilla: llegar, tomar el lugar, hacer las tomas lo más rápido posible y salir». «Es hoy –finalizó– uno de los mejores ejemplos del cine de vanguardia, hecho en un momento político en el que la vanguardia política y la vanguardia artística eran la misma cosa».