13 de octubre de 2023
Representantes de más de cien cooperativas y organizaciones sociales participaron de una mesa de diálogo organizada por el IMFC y encabezada por Carlos Heller. Desafíos de cara a la coyuntura.
Presente y futuro. Arpe, Heller, San Martín y Nogueira conformaron el panel en la sala Solidaridad.
Representantes de 102 cooperativas y organizaciones sociales colmaron la sala Solidaridad del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, convocados por el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, para participar de una mesa de diálogo encabezada por Carlos Heller, presidente del Banco Credicoop.
El panel, cuya consigna fue «Presente y futuro de las cooperativas», fue presentado por Juan Carlos Junio, presidente del IMFC, y estuvo integrado por Verónica San Martín, coordinadora del Departamento de Consultoría del IMFC; Patricia Arpe, a cargo del Departamento de Proyectos del Instituto, y Santiago Nogueira, de la Fundación Banco Credicoop.
Entre el público estuvieron también funcionarios nacionales como Alberto Gandulfo, secretario de Economía Social y Solidaria de La Matanza, Zaida Chmaruk, integrante del directorio del INAES, y Ernesto Giacomini y Soledad Venegas (de la Dirección Nacional de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura). También participaron Eduardo Ciancio, director ejecutivo de Fundación Credicoop, Alberto Galo, gerente de entidades de Carácter Social de Credicoop, y por el IMFC, Alfredo Saavedra y Daniel Bellocchio, secretario y prosecretario del Consejo de Administración.
Junio celebró el «compromiso, trabajo y militancia de nuestras cooperativas» y destacó la importancia de sumar espacios de diálogo «frente a un momento crucial y determinante». San Martín, en tanto, resaltó el trabajo cotidiano del IMFC, que brinda asistencia a las cooperativas en cuestiones administrativas. «Más allá de la gestión, sin los papeles en regla se complica la tarea y el propósito es que conozcan y entiendan estos temas», dijo. Nogueira, por su parte, señaló que desde la Fundación Banco Credicoop se trabaja también en «acompañar el fortalecimiento integral de las cooperativas» y destacó los talleres de capacitación, asistencia técnica y charlas que brindan «para empoderar a las cooperativas y aprender haciendo, apropiándose de las herramientas, para que las puedan solidarizar con otras entidades». «El desafío que tenemos todos los días es generar organizaciones eficientes, eficaces, democráticas y solidarias», agregó.
Finalmente, Arpe habló de la tarea del Departamento de Proyectos, que formula y gestiona proyectos para el IMFC, el CCC y las cooperativas asociadas al IMFC, al Banco y a las federaciones con las cuales tienen convenio de colaboracion mutua. El departamento brinda asesoramiento «en la formulación y presentación de proyectos en distintos organismos para financiamiento, capacitación y cambio tecnológico», señaló Arpe, quien destacó la creación de seis redes de microcréditos en todas las filiales del Instituto y resaltó el impacto de EssApp, una herramienta que mapea y geolocaliza organizaciones solidarias en todo el país.
Apertura. Junio dio la bienvenida y agradeció la presencia de cooperativistas, dirigentes y funcionarios.
El origen
«Somos la resultante de un largo proceso que nace como producto de acontecimientos que sucedieron en determinados momentos de la historia de la Argentina», inició Carlos Heller su exposición y puso en relevancia el contexto político del país, que a pocos días de las elecciones se enfrenta a dos modelos: «uno que cree en la necesidad de un Estado presente, activo y regulando, que se extiende y expresa en todos los aspectos», y otro con una visión «francamente contrapuesta, donde todo es un hecho de mercado». «Aquí hay que ubicar nuestra historia», dijo, y repasó el nacimiento y desarrollo de las cajas de crédito cooperativas, que adquirieron un rol vital luego del golpe de Estado de 1955, cuando se implementaron cambios en el sistema financiero restrictivos para la actuación de las entidades solidarias y para el acceso al crédito de pymes y cooperativas.
«Así nació el movimiento espontáneo, desde la autogestión», recordó Heller, y se creó el IMFC como entidad de sustento de más de 1.000 cajas de crédito, «la tercera entidad financiera en ese momento», que soportó a lo largo de los años reacciones y ataques «que coincidieron con los golpes de Estado, en particular el de 1976». La Ley de Entidades Financieras de Martínez de Hoz, aún vigente, que prohibía, entre otras cosas, la forma de organización cooperativa, marcó el fin de las cajas de crédito. Entonces, en plena dictadura, el movimiento cooperativo encabezado por el IMFC consiguió una sustancial modificación del proyecto original. Si bien la ley mantuvo fuertes restricciones sobre la actividad de las cajas de crédito, admitía la continuidad de la operatoria bajo la figura de los bancos cooperativos. «Se modificó el proyecto y ganamos la batalla», recordó Heller, y nacieron los bancos cooperativos regionales. Más tarde, el Banco Credicoop absorbería a otras entidades cooperativas «que se habían creado al amparo y orientación del IMFC». Hoy tiene 276 filiales en todo el país, cuya gestión democrática y participativa, a través de las comisiones de asociados, mantiene viva la esencia de aquellas cajas pioneras.
Para Heller es importante no perder el objetivo inicial: «Que el tamaño no nos aleje de nuestra razón de ser», dijo, y subrayó que el concepto germinal es el «cooperativismo transformador, que no se conforma con gestionar bien, sino que tiene un compromiso con la sociedad de la que forma parte».
Con la premisa de un mundo más solidario y justo, con leyes que tiendan a la equidad «en una sociedad mundial que va en la dirección contraria», el dirigente advirtió que «sobra riqueza en el mundo» y el desafío es encontrar la forma de distribuirla. En el plano local, llamó a pensar «cómo hacer para que Argentina sea un país federal y horizontal», generando condiciones de trabajo, educación y salud para que los ciudadanos vivan dignamente en todo el territorio. «No es difícil, pero todo termina en una simple fórmula: cómo se acumula y cómo se distribuye, a escala global y nacional», sintetizó.
Entre la «motosierra» y la «dinamita», las dos propuestas de candidatos que con eufemismos proponen el cierre del Banco Central y renunciar «a una cuestión soberana fundamental para la construcción de políticas públicas», Heller subrayó que «no hay más que dos modelos y vamos a elegir en cuál queremos vivir». También resaltó algunos aspectos positivos de la actual gestión: el creciente nivel de trabajo registrado, la baja del desempleo, que se ubica en el 6%; la apertura de casi 25.000 pymes en los últimos cuatro años –cifra similar a las que habían cerrado en la gestión anterior–, y las obras de infraestructura «trascendentes para cambiar aspectos fundamentales que influyen en la vida cotidiana».
«El cooperativismo –concluyó– es una herramienta de una de las formas de organización de la sociedad, que pone en valor a la solidaridad y el bien común; está en las antípodas del pensamiento de uno de los dos modelos» que están en juego en las próximas elecciones, el que pretende dejar todo en manos del mercado, y advirtió que solo tiene futuro en una sociedad que cree en los valores solidarios. «Estoy convencido de que están dadas todas las condiciones para que la Argentina salga adelante», resumió, y cerró diciendo que las dificultades «no nos pueden impedir ver que el camino es por acá». Luego de su intervención, el dirigente respondió las preguntas de los presentes.
Durante el encuentro se compartió, además, un video con testimonios de cooperativistas. Integrantes de Cooperativa del Sur, La Cuña, La Taba, Proyecto Wow, Sonko, Cristal Avellaneda y Gcoop expusieron algunos de los desafíos del presente en las organizaciones solidarias: desde la incorporación de perspectiva de género en las tareas de cuidado hasta fortalecer la integración, apostar por la educación cooperativa y establecer mejores políticas previsionales para los trabajadores.
Participación. Integrantes de más de cien cooperativas participaron de la mesa de diálogo.