26 de enero de 2016
El ciclo Literatura y Rock tuvo su última actividad en la sala Jacobo Laks del CCC Floreal Gorini, con la participación de Oscar Conde, poeta, ensayista y profesor de la Universidad Nacional de Lanús; José María Marcos, escritor, editor y periodista de la editorial Muerde Muertos; y el escritor Federico Levín. Con la coordinación de Mauro Petrillo, integrante del departamento de Literatura y Sociedad. «Trabajamos durante el año distintas bandas, distintas poéticas: Los Redondos, Flema, Ricardo Iorio y Spinetta, entre otros», repasó Petrillo. «El rock es literatura, tiene que ver con la literatura marginal», señaló por su parte Marcos, luego de hablar sobre la experiencia que lleva adelante en Muerde Muertos, una editorial de autores contemporáneos abocados a la literatura fantástica, de terror, la erótica y obras que apuestan a estimular la imaginación. «Aparte de hacer libros y difundirlos –subrayó Marcos–, reivindicamos mucho lo que es la cultura popular porque es como nosotros llegamos a la literatura. En mi caso particular, el primer acercamiento es gracias al rock en castellano, al cine». En sintonía con el tema del debate, Conde manifestó que el rock «es un tipo especial de literatura, es una literatura para ser escuchada, no para ser leída y además para ser escuchada con una música que permite ganar otra dimensión en el alma y en los oídos del espectador o del auditorio». Junto con la noción de «literatura marginal» que abordó Marcos, Conde destacó que sus usos iniciales se remontan a mediados del siglo XX. «Es un concepto que en Occidente entra a la teoría de la literatura o a las historias de la literatura recién en el año 1958», apuntó. Levín, finalmente, señaló: «Mi sensibilidad literaria y mi sensibilidad musical se formaron muy en conjunto, a punto tal que a los veintipico, cuando me enfrenté a la necesidad de hacer público lo que yo hacía con la literatura, ya me incomodaban los esquemas más habituales y decidí armar con un grupo de narradores, un quinteto».
