Cooperativismo

De Rosario al mundo

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En ocasión de la 8º Cumbre de Jefes y Jefas de Estado de los países miembros del G-20, realizada en San Petesburgo, y como parte de los regalos protocolares que intercambian las distintas delegaciones, la presidenta Cristina Fernández obsequió productos elaborados por integrantes de la cooperativa Centro de Comercio Solidario de la ciudad de Rosario. El obsequio consistió en tres cajas de madera para vino de Artesanías Rasia, confeccionadas por José Báez, y bolsos de cuero de la firma La Carola, de Carolina Pasquali. «Hacer visible la producción de nuestros asociados es uno de las bases del comercio justo, ya que es muy importante que el consumidor sepa que está comprando productos de alta calidad que son elaborados en condiciones de trabajo seguras, saludables y sin explotación de la mano de obra. Así que nos ayuda mucho que el Estado nacional o el gobierno provincial colaboren con la promoción de estos valores», subrayó Luis Martínez, uno de los impulsores del Centro de Comercio Solidario.
La cooperativa nació en 2003, aunque varios de sus integrantes, ya desde finales de los años 90, venían trabajando en la ayuda de pequeños productores, artesanos, asociaciones y
cooperativistas devastados por el deterioro de las economías regionales. Lo primero que hicieron fue comercializar muebles de algarrobo producidos en Formosa. Tiempo después conocieron las ideas del comercio justo y la economía solidaria, haciendo que el Centro de Comercio Solidario pase a formar parte de un proyecto político y económico de más largo alcance. En la actualidad, la entidad reúne a más de 120 socios de diferentes provincias argentinas, están integrados a la Red Latinoamérica de Comercialización Comunitaria y forman parte del Espacio Mercosur Solidario. Asimismo, han tejido alianzas estratégicas con otras cooperativas y productores del país, y obtuvieron la certificación FAIRTRADE de la Organización para el Etiquetado del Comercio Justo, lo que les permite exportar miel a Europa.
Martínez puntualizó que más de la mitad de los asociados a las cooperativas son campesinos formoseños o pequeños productores de la nueva ruralidad del norte de Santa Fe que se dedican a la producción de miel. «La apicultura se ha convertido en un eje fundamental de la cooperativa, y recibimos un fuerte apoyo del INTA para fortalecer el trabajo socio-organizativo y la sustentabilidad de los emprendimientos», afirmó. Por su parte, Natalia Urquiza, otra de las integrantes del Centro de Comercio Solidario, hizo mención al conjunto de artesanos, carpinteros, trabajadores textiles y talabarteros que son socios o forman parte de las redes creadas por este espacio cooperativo. Un claro ejemplo de estos lazos es el vínculo generado con una organización de mujeres wichis dedicadas al tejido de chaguar teñido con tinturas naturales. El catálogo de productos que comercializa la organización rosarina puede verse en la página web comerciosolidario.com.ar

Comercio justo. Martínez y Urquiza destacan el impulso estatal al sector.

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