Cooperativismo

El kirchnerismo en foco

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«Hegemonía en la Argentina kirchnerista. Balance y perspectivas» fue el eje de la mesa redonda que tuvo lugar en la sala Jacobo Laks del CCC Floreal Gorini y que contó con la coordinación de Martín Cortés, investigador del departamento de Estudios Políticos y la participación de Pablo Stefanoni, periodista y jefe de redacción de la revista Nueva Sociedad y los sociólogos Damián Pierbattisti, investigador del Instituto Gino Germani y del Conicet, y Jorge Sanmartino, integrante del Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe de la UBA (IEALC). Al inicio de su intervención, Stefanoni sostuvo que hacer un análisis de los últimos 12 años de gobierno kirchnerista y sus imbricaciones con el progresismo implica abordarlo «en relación con qué parámetro se hace ese balance y sobre todo qué utopías están en juego en esos procesos políticos». Destacó, en ese sentido, las particularidades de la política argentina dentro del contexto latinoamericano. «Es interesante pensar el kirchnerismo desde la perspectiva latinoamericana porque es el único de los procesos que se construye a partir de un partido tradicional. En general, los procesos latinoamericanos se construyeron a partir de partidos nuevos», añadió Stefanoni.
Sobre el «fenómeno político novedoso» iniciado en 2003, Sanmartino subrayó la existencia de «una nueva hegemonía, una nueva forma de Estado». Al igual que Stefanoni, planteó que Argentina «participa del fenómeno de los gobiernos posneoliberales, de lo que fue la ola de movilizaciones políticas de resistencia al neoliberalismo, como sucedió en Bolivia, Ecuador y Venezuela». Además, Sanmartino subrayó la aparición de una «autonomía del Estado» respecto de las clases hegemónicas, producto de la crisis social que vivió la región a inicios del siglo XXI. «Si el concepto de “bloque en el poder” Poulantzas lo tomaba respecto a cómo se puede construir una situación de poder a partir del ejercicio del gobierno del Estado, lo que queda negro sobre blanco desde 2003 en adelante es que precisamente a partir de la crisis orgánica de 2001 ese bloque en el poder no recuperó nunca el gobierno del Estado», destacó Pierbattisti para fundamentar que el kircherismo dista de ser «la expresión orgánica de las fracciones de poder» amparadas por los grandes medios de comunicación. «Los mecanismos y funciones propios del Estado Nación es prácticamente la única retaguardia que nos queda frente a la financiarización extraordinaria que está atravesando la forma real que asume la expansión capitalista», concluyó Pierbattisti.