8 de julio de 2015
En la sala Jacobo Laks se realizó el encuentro del ciclo Rock y Literatura, titulado «Flema: la política de una poética». Estuvieron presentes en el debate Mauro Petrillo y Emiliano Scaricaciottoli (investigadores del Centro Cultural de la Cooperación), Rafael Roja (redactor de la revista cultural Divino Tesoro – La voz joven), Inés de Luca (docente e investigadora de la carrera de Letras de la UBA) y Ezequiel Alasia y Darío Font (autores de la compilación del libro de Jacqui Casais, Nunca seré poesía, en homenaje al músico Ricky Espinosa). El objetivo de la charla fue analizar las relaciones entre la literatura y la banda de punk rock argentina Flema, liderada por el cantante y guitarrista Ricardo Espinosa (1966-2002). En la apertura, se mostró un video que reflejó los inicios de la banda de Gerli (Avellaneda), a fines de 1988, y una entrevista al líder de Flema en 2001. Posteriormente, Petrillo destacó que, a pesar del paso del tiempo, Espinosa siempre fue consecuente con su pensamiento y defendió valores «vinculados a la raíces del punk rock, de la autogestión y del barrio».
«Nos preguntamos desde el rock qué pasa con las referencias y, quizás, desde un punto de vista netamente genérico, en el punk, dentro de una serie más grande como es el rock en la Argentina», dijo Scaricaciottoli sobre la figura de Espinosa. Para De Luca, el músico fue una figura que, a diferencia de la música en dictadura, «tuvo una simpleza de estilo completamente despojada de metáforas». «Para él es importante la letra, porque más allá de no elaborar una metáfora lo que está haciendo es retomando un modo de narrar que se estaba perdiendo en esa época», subrayó Alasia en su intervención. A la par, Font hizo mención al texto que escribió junto con Alasia: «Pensamos cada disco de Ricky como una obra que cuenta una historia sobre su vida cotidiana, sobre la vida cotidiana que lo rodea y sobre la época que está viviendo, que es el neoliberalismo». Por su parte, Roja habló del contexto social de la época, signada por la flexibilización laboral y la crisis aguda del sistema educativo. Reconoció que el líder de Flema «nunca se vendió», y concluyó «Más que las letras, de Flema quedó la figura de Espinosa».
