23 de julio de 2021
El Banco lleva adelante una serie de actividades virtuales para dirigentes, funcionarios y personal de las filiales de todo el país, diseñada por Idelcoop.
Lo que sí sabemos. La propuesta aborda los principios y valores del movimiento solidario.
En tiempos complejos como los que estamos viviendo, el Banco Credicoop viene desarrollando una experiencia innovadora de formación político-institucional que busca contribuir al fortalecimiento de los vínculos y reafirmar aquellas certezas que acompañan desde siempre a la organización: su naturaleza cooperativa, los valores y principios que orientan su práctica y la convicción de que el cooperativismo es una valiosa y poderosa herramienta para transformar la sociedad en un sentido más justo, democrático y solidario. De ahí el título de la serie: Lo que sí sabemos.
Se trata de una serie de actividades virtuales destinada al conjunto de dirigentes, funcionaries y empleades de las filiales de todo el país y las dependencias de la Casa Central (un universo aproximado de 8.500 personas). Impulsada por la Secretaría de Educación del Banco, la serie fue diseñada por uno de los grupos de trabajo de Idelcoop que integra, junto con el Departamento de Fortalecimiento Institucional del Banco, el equipo de trabajo de dicha Secretaría.
Las actividades buscan promover, aun en la virtualidad, el trabajo colectivo. Se desarrollan a través de encuentros plenarios combinados con otras instancias individuales y grupales, que involucran propuestas y recursos diversos: lectura de materiales teóricos e institucionales, análisis de casos, intercambios basados en refranes, historietas y canciones, resolución de un crucigrama, reflexión sobre una escena teatral, análisis de noticias. La serie pone el foco tanto en lo conceptual como en lo vincular.
La estrategia adoptada es de «autoformación». Esto supone la implementación autónoma por parte de cada grupo de actividades concebidas centralmente, desde una perspectiva flexible: cada uno de ellos puede adaptarlas a sus propias necesidades y desafíos, sin alterar el sentido compartido por toda la organización. En las filiales, esta labor se lleva adelante con el acompañamiento de les Responsables de Educación Cooperativa (RECZ) en el marco de los Núcleos Zonales. En la Casa Central, el mismo rol lo ocupan les Gerentes Departamentales. Todes elles cuentan a su vez con el apoyo permanente del equipo de trabajo de la Secretaría de Educación.
La primera actividad, que comenzó a implementarse apenas iniciada la pandemia, se tituló: «Lo que sí sabemos: que somos una cooperativa y no estamos solos/as». Su objetivo fue reflexionar sobre la identidad cooperativa del Banco identificando aquellos aspectos que lo hermanan con otras entidades de la misma naturaleza, y reconocer las dimensiones y potencialidades del movimiento cooperativo mundial para trabajar en la construcción de un mundo más justo y solidario.
A lo largo del proceso las filiales y dependencias de la Casa Central se involucraron con entusiasmo en la actividad y le dieron su propia impronta, construyendo genuinos espacios de encuentro y formación entre compañeres. Hubo reflexión, preguntas, debates, momentos de risas y mucha emoción. También algunas dificultades tecnológicas, que llevaron al desarrollo de estrategias creativas y solidarias en los equipos. Se valoró la propuesta metodológica, los contenidos y los recursos didácticos diseñados para este fin.
La segunda actividad, actualmente en proceso de implementación, se titula «Lo que sí sabemos: nuestra mirada del cooperativismo, el cooperativismo transformador». Su propósito es favorecer el reconocimiento de la diversidad de miradas que conviven en el interior del movimiento cooperativo respecto del papel que debe asumir el mismo en nuestra sociedad, y profundizar la reflexión en torno a la mirada transformadora asumida por la organización, precisando el modo en que esta se expresa en su práctica concreta.
En tiempos como los que estamos viviendo, el encuentro sincero entre compañeres apoyado en lazos de confianza y solidaridad se torna más importante que nunca. Propuestas pedagógicas de esta índole, consistentes con los valores y principios y atentas a las necesidades y desafíos específicos de las entidades que las llevan a cabo, evidencian una vez más el valor de la educación para el fortalecimiento de las organizaciones cooperativas.