24 de enero de 2018
«Siempre me pregunté cuán fantasioso es pensar el momento en que una persona es abusada, humillada, maltratada; es decir, oprimida. Cómo imaginarán una relación entre el prostituyente y la prostituida aquellos que jamás han sido prostituidos». Así reflexiona Florencia Guimaraes García, activista, fotógrafa, comunicadora y comunista, en su autobiografía La Roy, revolución de una travesti, presentada en la sala Jacobo Laks del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Participaron de la actividad, Gaita Nihil, de Puntos Suspensivos, la editorial que publicó el libro; Crisitina Ramos, madre de la autora; Carolina Ibarra, militante travesti y activista por los Derechos Humanos; y Romina Pereyra, activista lesbiana, secretaria de Género de la CTA de los Trabajadores-Seccional La Matanza e integrante del Partido Comunista.
En La Roy…, la autora le habla con voz propia a la comunidad travesti y a la sociedad en general. «Así como estoy desnuda en la tapa, también estoy desnuda en todo el libro», remarcó Guimaraes García durante la presentación. Emocionada, rescató que el texto se aleja de los rótulos académicos para transmitir desde el barro y el barrio. En sus 141 páginas, la activista travesti recorre su infancia y adolescencia; su encuentro con el marxismo, el feminismo y el abolicionismo; las luchas compartidas con Lohana Berkins y Diana Sacayán. El trabajo también cuenta con investigaciones sobre las opresiones que vive el colectivo travesti-trans, reflexiones sobre la Ley de Identidad de Género y la Ley de Cupo Laboral Travesti-trans, sobre la prostitución como único medio de supervivencia, los estigmas y las dificultades de vivir en una sociedad patriarcal, heteronormativa y, en muchos casos, biologicista. Además, incluye fotografías de la autora, imágenes que «visibilizan el otro lado de la comunidad travesti para mostrarla lejos de los estereotipos».
«En este contexto político, el libro es una herramienta de combate, es un manual del abolicionismo», expresó a su turno Pereyra, quien milita junto a Guimaraes García. «Más allá de lo que decía el Che, “que la universidad se pinte de pueblo”, nosotras decimos: “que la universidad se truque como marica” que se monte para tener otro sentido», expresó la activista matancera. La obra está prologada por Diana Maffía y cuenta con palabras de Claudia Korol en la contratapa, además de los aportes que hicieron Pereyra, Ibarra, Ramos y Alessandra Luna, coordinadora del Frente Travesti-Trans de Conurbanos por la Diversidad.
