12 de febrero de 2014
Organizada por el departamento de Historia del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, se llevó adelante, en la sala Meyer Dubrovsky, la conferencia «Historia y poder simbólico», a cargo de León Pomer, especialista en historia argentina y latinoamericana y doctorado en la Universidad del Estado de San Pablo. Al comenzar su intervención, puntualizó: «El poder, con mayúsculas, siempre tuvo dos elementos para ejercer la dominación: la violencia física, o como decía Mafalda, el palito de abollar ideologías, y la violencia simbólica, representada fundamentalmente por las palabras».
Ligando lo anterior con el ámbito de la historia, Pomer recordó una de las frases adjudicadas a Miguel de Unamuno, escritor, poeta y filósofo español fallecido en tiempos de la Guerra Civil acaecida en su país natal. «Son los que figuran en los libros de historia los que hacen ruido, como los generales y los ministros, las llamadas grandes personalidades. Pero, agregaba Unamuno, que no era precisamente un hombre de izquierda, los que hacen la historia son los que trabajan todos los días y los que permiten que los otros zánganos puedan hacer ruido». Más tarde, el escritor habló sobre la necesidad de generar una «contracultura» en un mundo donde la propia cultura dominante «es capaz de degradar la capacidad de pensar, y hacer que la gente trague, como verdades incontrovertibles, lo que no son otra cosa que opiniones que defienden un determinado interés sistémico». Por último, Pomer explicó dicha noción de contracultura relacionándola con los horizontes de las utopías. «Cuando los pueblos elaboran imaginarios donde hay elementos utópicos que confieren energías a sus luchas, están desarrollando un contrapoder simbólico, no son sujetos entregados al poder dominante y resisten en función de un futuro en el cual confían».
