6 de agosto de 2014
El acuerdo permite que magistrados, fiscales, secretarios y abogados defensores accedan a productos y servicios del banco cooperativo.
Firma. Los dirigentes de Credicoop recibieron a referentes de la FAM. (Horacio Paone)
La Federación Argentina de la Magistratura y la Función Judicial (FAM) y el Banco Credicoop firmaron un convenio que permitirá a los 13.300 afiliados de la Federación –integrada por jueces, fiscales, secretarios y defensores– acceder a cuentas, tarjetas y préstamos con una calificación de hasta 400.000 pesos. La firma se llevó a cabo en la casa central del Banco, ubicada en el microcentro porteño. En representación de la FAM estuvieron presentes su presidente, Víctor María Vélez, el secretario adjunto, Ariel Hernández, el secretario de Relaciones Institucionales, Miguel Vagge, y el director del Instituto de Estudios Judiciales, Roberto Pagés Lloveras. Por parte de Credicoop, en tanto, acudieron su vicepresidente, Horacio Giura, el subgerente de filiales, Gustavo Nagel, el gerente de Entidades de Carácter Social, Carlos Pannunzio, y el jefe del Departamento de Atención a Universidades, Claudio Majorovich.
El germen del convenio, el primero de este tipo que firma la FAM, surgió en La Pampa, cuando el Colegio de Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial de esa provincia se acercó al banco buscando la asistencia financiera que otras entidades le habían negado. Mariano Wolf, gerente de la filial de Santa Rosa de Credicoop –también presente en la firma del convenio– relató: «Resolvimos ofrecerles el crédito que ellos necesitaban para reformar la sede del Colegio, un lugar que utilizan para hacer capacitaciones para los jueces de la provincia y también para alojarlos». De ese primer trabajo conjunto a nivel local nació entonces la posibilidad de ofrecer, ahora a través de un convenio entre la Federación y el Banco, un beneficio directo a los asociados, para llegar a las 24 jurisdicciones en las que la FAM tiene representación en todo el país. «Nosotros tenemos una visión de lo financiero: pensamos que es un servicio público, al que toda la gente tiene derecho, por eso nuestra política de tasas, de vinculación con las comunidades. Siempre fuimos un banco bastante cauteloso en lo que hace a políticas crediticias. No salimos a regalar nada que termine engañando a la gente», explicó, a su tiempo, Giura. Vélez, por su parte, manifestó una visión similar desde la FAM respecto de los acuerdos que establece la organización: «Los jueces siempre buscamos tener un colchón donde hacer pie, tratamos de no largarnos porque sí. Hemos decidido confiar mutuamente y nos pone muy bien porque una de las ideas que tenemos en la FAM es que no solamente las cuestiones académicas o de política institucional son importantes, sino también lo que tenga que ver con el bienestar de nuestros asociados».
Al finalizar el acto de firma, Nagel expresó: «Nosotros no firmamos este tipo de convenios a mansalva: siempre tratamos de vincularnos con entidades que sostengan nuestros mismos valores». Asimismo, el subgerente de filiales manifestó que el crédito «tiene que ser un instrumento para que las personas concreten sus sueños». «En general –concluyó– los bancos nacen como una fuente de negocio, los banqueros piensan cómo pueden ganar más dinero y a partir de eso buscan como optimizar su capital y captar capital de otros para ponerlo en funcionamiento. Nosotros nacemos de una matriz distinta, el Banco Credicoop no se forma para ganar dinero, tiene su origen en las cajas de crédito cooperativas que creaban los vecinos de un lugar para tratar de satisfacer las necesidades financieras. Eso nos hace ser un banco diferente».
—Emilia Erbetta
