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Los bordes del Estado terrorista

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Foto: Jorge Aloy

La fotógrafa, doctora en Historia y en Letras y lenguas extranjeras, politóloga y criminóloga Myrna Insua es autora de la muestra «Bordes del abismo. Campos clandestinos de detención, tortura y exterminio (desaparición) en Argentina». Expuesta en el CCC Floreal Gorini y curada por Ernesto Pereyra, del Departamento de Ideas Visuales, la exposición contiene unas 40 fotografías relativas a lugares particulares de distintos campos de detención: aquellos narrados por sobrevivientes a la autora. 
«Para nosotros como Centro Cultural de la Cooperación, como Departamento de Ideas Visuales junto con Juan Pablo Pérez, que es el coordinador, estas muestras significan una toma de posición política, ética con respecto a la historia de los desaparecidos, pero también en el contexto particular, nuevamente, de avanzada de las derechas intentando nuevamente acallar voces», señaló Pereyra.
«Es necesario que en este momento se reactive la memoria en todo sentido y además que se abran las puertas también a la militancia, a la resistencia», dijo Insua, que se basó en un archivo de 20 años tomando testimonios. «Los testimonios se producen de a dos, no soy yo, no es el testigo, el militante, el sobreviviente, somos los dos en un momento contando una historia, preguntando desde un lugar situado, yo pregunto desde el lugar de académica pero también desde mi lugar de militante, pero sobre todo desde mi lugar de haber nacido en una época y haber tenido una infancia y un principio de adolescencia con preguntas que tienen que ver con esa vida que también me pertenece».
Y añadió: «La idea de “Bordes” para mí es vital en el hecho de comprender que no es un tema de los otros, un tema que nos pertenece en el cual cada uno cumplió o estuvo en algún lugar preciso. El sobreviviente estuvo ahí adentro y está para contarlo si quiere, si puede y si tiene ganas, porque la necesidad de la memoria es colectiva pero el derecho a olvidar o a hablar es individual». «Cuando fui tomando los testimonios –reveló Insua– en lo que luego se transformó en una tesis doctoral de Historia y en una tesis doctoral de Letras, nunca se me ocurrió preguntar por la tortura, nunca se me ocurrió insistir en los campos, pero los campos venían, los campos aparecían, porque eran necesarios, porque para sobrevivir hubo que estar en algún lugar, y entonces era necesario unir todas las piezas, el de la militancia, el del paso por este lugar y el de después». 
En el cierre, la artista explicó algunas de las obras expuestas y sobrevivientes de la última dictadura que asistieron compartieron su testimonio.

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