16 de abril de 2025

Foto: Guadalupe Lombardo
En la Sala Pugliese del Centro Cultural de la Cooperación se realizó la presentación del libro Recuperar Malvinas, del juez Alejo Ramos Padilla. En un conversatorio con la periodista Luciana Bertoia, el excombatiente Ernesto Alonso y el sociólogo Luis Wainer, Ramos Padilla explicó por qué la sociedad argentina tardó tanto en leer Malvinas como una causa de derechos humanos.
«Hay que romper esa estructura de pensamiento que une a los pibes que fueron a morir a la guerra con los militares que la provocaron. El libro se disfruta en la lectura y también se transita con dolor porque la guerra se usó y se usa para intentar reducir las penas de los represores. En definitiva, este libro es un aporte para entender por qué tenemos que recuperar Malvinas desde los derechos humanos». De este modo, la periodista y politóloga Luciana Bertoia invitó al auditorio del CCC a pensar Malvinas desde una nueva perspectiva, la que propone el libro de Ramos Padilla.
Recuperar Malvinas narra cómo la Junta Militar instaló un relato oficial sobre la Guerra de Malvinas. Los militares presentaron el conflicto bélico como una gesta heroica, ocultaron su propia impericia y negaron las experiencias traumáticas que habían atravesado los soldados. Esa versión oficial tuvo un relativo éxito: durante décadas, la sociedad argentina estuvo «desmalvinizada», fueron los excombatientes los que lograron contar la otra historia. Como se adelanta desde la portada, en Recuperar Malvinas «se profundiza sobre la disputa por los significados de la guerra y la tardía inclusión en el campo de los derechos humanos».
«Los pibes de Malvinas fueron las últimas víctimas colectivas de la dictadura militar», dijo Ernesto Alonso, quien antes de ser secretario de derechos humanos del Centro de Ex Combatientes CECIM La Plata y miembro de la Comisión Provincial por la Memoria, estuvo en Malvinas como combatiente durante la guerra.
«Nosotros no hicimos un pacto de silencio –explica Alonso–, más bien sufrimos la imposición del silencio. Gracias a los organismos de derechos humanos pudimos reconstruir esa figura de héroes de Malvinas. Fue fundamental la lucha de Madres y Abuelas en el desafío de la malvinización, pero la disputa de sentido llega hasta el día de hoy. Y es la disputa que hay que dar. Nuestra búsqueda de sentido es por verdad, justicia, soberanía y paz», enfatizó Alonso.
El autor del libro, el juez federal con competencia electoral, Alejo Ramos Padilla, estuvo al frente de varias causas de lesa humanidad y acompañó desde la búsqueda de justicia a los organismos de derechos humanos, a Madres y Abuelas. En la presentación de Recuperar Malvinas advirtió: «Para entender la dificultad de leer Malvinas como una causa de derechos humanos hay que entender que fue interpretada, de parte de los militares, como una gesta, y que prohibieron a los soldados hablar de las torturas y del maltrato a las víctimas. Chicho, un excombatiente que vio morir en batalla a sus compañeros, me contó cómo tuvieron que hacer una fosa común y enterrar a los soldados muertos. Me contó lo triste que es llegar a las casas de esas familias y contarle a cada madre que sus hijos habían muerto en Malvinas. Todo lo hicieron los excombatientes, sin apoyo de quienes los mandaron a la guerra».
«¿Qué te motivó a escribir este libro?», consultó la periodista Bertoia a Ramos Padilla. «Mi intención –respondió el autor– fue pensar Malvinas desde el campo nacional, popular y democrático. Pero soy consciente de que no hubiese podido escribir este libro sin las experiencias que me atravesaron, sin las enseñanzas que tuve, incluso antes de ser abogado, sin las personas que conocí en el proceso, sin el trabajo de mi padre; no hubiese sido posible sin los juicios por la verdad. Todo lo que viví me trae hasta acá», precisó Ramos Padilla sobre el libro Recuperar Malvinas.
En la misma línea, el sociólogo, investigador y docente Luis Wainer agregó: «Con el tiempo entendimos que tenemos que honrar a esos combatientes en clave de memoria, verdad y justicia. El libro para mí fue un refugio. No solo porque está bien escrito, sino porque trabaja la cuestión de los derechos humanos y no deja ningún cabo suelto en la búsqueda de algunas verdades».
«Todo lo que pasaron los pibes en Malvinas no se supo durante años porque silenciaron a los excombatientes. Silenciaron y se apropiaron. Derechos humanos abandonó la causa Malvinas porque fue apropiada por los militares. Fueron los pibes de Malvinas los que empezaron a hablar, y 30 años después, lograron instalar la causa Malvinas en el movimiento nacional, popular y democrático. Yo les agradezco la dignidad que nos transmiten», concluyó Ramos Padilla, ante un auditorio que aplaudió de pie, en agradecimiento al libro que intenta, de alguna manera, recuperar Malvinas, y rendir homenaje a sus excombatientes.