26 de septiembre de 2025

El dirigente cooperativista, Horacio Aizicovich, gerente de Recursos Humanos del Banco Credicoop, presentó en el CCC Floreal Gorini Por las calles de ripio (Desde La Gente, editorial del IMFC), un texto que rememora su infancia en Villa Domínguez (provincia de Entre Ríos) durante la década de 1960. Estuvieron presentes en la mesa Juan Carlos Junio (presidente del IMFC y director del Centro Cultural de la Cooperación), Diego Schejtman (periodista) y Andrés Aizicovich, hijo del autor, (a cargo de la imagen de tapa).
«Horacio es un compañero que está en las entrañas de nuestro movimiento, por eso es de toda lógica que este encuentro se haga acá», afirmó Junio y dijo que la obra «encierra toda una definición, una búsqueda, un deseo del ser humano», además de ser un anecdotario que cuenta la historia de «Lacho», como lo apodaban en el pueblo. «Horacio ha logrado un gran cariño y un gran respeto en primer lugar de todos los que fuimos y somos compañeros de trabajo en el Banco, en el Instituto, miembros de comisiones de asociados, o sea que acá la primera respuesta es una respuesta de afecto, de cariño y también de respeto por su conducta muy consecuente como militante».
A la par, Andrés subrayó: «Van a hallar en este libro el relato de origen de cómo se forma una visión del mundo. Podríamos pensar en Cinema Paradiso o podríamos pensar en los Diarios de motocicleta».
«Van a ir encontrando –añadió Aizicovich (h)– no solo anécdotas propias de una vida en un pequeño pueblo de colonos judíos, sino también pensaba un poco en Domínguez casi como una suerte de laboratorio social, qué tipo de personalidad puede emerger a partir de ese microcosmos, sin diferencias sociales y económicas y donde primaban lazos de solidaridad, cooperativismo y ayuda mutua».
«Los 60 son años de mucho progreso social en el pueblo, en el sentido de crear nuevas instituciones en el campo educativo, como fue el colegio secundario, como fue llevar la escuela agromecánica ORT para los hijos de los colonos, que fue una idea revolucionaria para la época y para el lugar, como fue el hecho de desarrollar por parte de la cooperativa Fondo Comunal la primera fábrica de aceites vegetales que dio mucho empleo en la zona», subrayó Aizicovich. Y añadió: «Yo recuerdo que esta gente que evoco se iba muy temprano al campo, hacía sus trabajos, hacía su producción y al mediodía volvía y comía en su casa y a la tarde se dedicaba a las instituciones, por eso se podían sostener y mantener tantas de tanta importancia, pero además de carácter popular, gratuito como el hospital o la propia farmacia, y todo en beneficio del pueblo».
Por su parte, el periodista Diego Schejtman subrayó: «Retomo la vieja idea de que “Pinta tu aldea y pintarás el mundo”, tu libro lo muestra en estas aguafuertes que vas contando, una aldea que tiene mucho mundo para mostrar, tiene muchas particularidades en cuanto al mosaico que se va formando ahí adentro». El libro no tiene precio, lo recaudado se donará a la Biblioteca Popular Domingo Faustino Sarmiento de Villa Domínguez.