Reivindicar la coherencia

26 de febrero de 2014

El 55º aniversario del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos fue conmemorado con diversos actos a lo largo y ancho del país. En Rosario, ciudad de nacimiento de la entidad, la convocatoria contó con la participación de Rubén Cédola, presidente del IMFC; Iván Pérez, jefe de la filial Litoral del IMFC; y Eduardo Seminara, vicerrector de la Universidad Nacional de Rosario. Realizada en la sede de gobierno de la mencionada universidad, estuvieron presentes, además, Luis Cecchi, secretario de Asociativismo del gobierno de la provincia de Santa Fe; Susana Bartolomé, subsecretaria de Economía Solidaria de la municipalidad de Rosario; Claudia Paredes, presidenta de la comisión asesora de la filial litoral del IMFC; Ángel Saúl, gerente regional del Banco Credicoop; junto con dirigentes, ex funcionarios, empleados y representantes de las distintas cooperativas adheridas al IMFC. «Venimos a evocar el pensamiento de nuestros fundadores y a reivindicar la coherencia de una institución que siempre ha sostenido una gestión solidaria, participativa y democrática. Un rasgo distintivo del IMFC es que nunca circunscribió su actividad al ámbito específico del cooperativismo, sino que ha mostrado una preocupación constante por los problemas del conjunto de la sociedad», subrayó Pérez. La lectura de la declaración por el 55º aniversario del IMFC sirvió para ilustrar el compromiso asumido hace más de cinco décadas.
En tal sentido, Cédola realizó un pormenorizado recorrido por la historia del IMFC, destacando la visión de dirigentes históricos como Moisés Sheinfeld, Pedro Kreimer y Marcos Dubrovsky, quienes percibieron la necesidad objetiva de vastos sectores económicos y su importancia en la articulación del tejido social: «En 1958 existían 197 cajas de crédito en todo el país, de las cuales 124 estaban en Buenos Aires. Y en 1966, previo al golpe de estado, se llegó a tener 947 cooperativas de crédito, lo cual demuestra la importancia del IMFC como movilizador de recursos financieros que permitía el desarrollo de las economías regionales, de los emprendimientos asociativos y la consolidación de los ideales de la solidaridad y la justicia social». Finalmente, Seminara también destacó la importancia histórica del IMFC como estímulo a las cooperativas, las pymes y los pequeños y medianos productores, y subrayó la necesidad de crear paradigmas culturales que fomenten la participación ciudadana.