3 de noviembre de 2021
Con la solidaridad como bandera, la orquesta de cumbia apuesta al modelo cooperativo y, tras superar un 2020 de grandes dificultades, no deja de crecer.
Movimiento constante. En pandemia grabaron un nuevo disco y editaron dos videoclips.
GENTILEZA LA DELIO VALDEZ
Un hecho extraño sucede cada vez que suena La Delio Valdez: como si cobrase autonomía, el cuerpo empieza a moverse solo. No importa si se está sentado o parado, algo mágico se experimenta con la música de esta orquesta de cumbia, una de las más sobresalientes de la escena nacional, que eligió la forma cooperativa para gestionar su labor. «Delio Valdez es un personaje de fantasía que surgió cuando la banda debía presentarse en un programa de radio y no tenía nombre», relata Pablo «el Oso» Broide, saxofonista y tenor del grupo. «Nos sonaba colombiano y daba para jugar con esta orquestación más latina. Con el tiempo se convirtió en una especie de gurú».
Nacida en 2009 y con seis álbumes en su haber, La Delio se caracteriza por combinar salsa, rock, jazz y reggae, aunque su fuerte es la cumbia colombiana. «De nuestra cumbia sale todo lo que tenemos dentro, nuestra historia, la infancia y adolescencia, de dónde somos, la generación a la que pertenecemos. La música popular es música para las mayorías que en general suelen ser de escasos recursos, por eso se relaciona con los sectores más bajos, laburantes, o gente sin trabajo. Y así nació LDV y con esa idea seguimos trabajando. Llevar alegría a los momentos duros de la vida para poder salir adelante», cuenta Broide.
Algo para decir
Música, ritmo, alegría y militancia hacen a la esencia de LDV a quienes Taty Almeida, madre de Plaza de Mayo, prestó su voz para el tema «La leona». «Hay otras capas de militancia más profundas que tienen que ver con demostrarle a sociedad que un modelo cooperativo, independiente, puede competir al mismo nivel que productos musicales realizados por las discográficas internacionales con mayor presupuesto». Elegir esta forma de organización es, para los entrevistados, una manera de mostrar que hay otros tipos de gestión posibles. «Para nosotros, militar es militar el cooperativismo y demostrar que comprendimos que es efectivo y muy enriquecedor para uno y para la sociedad», dice Pablo Broide.
Para quienes piensan que hay diferentes estilos de cumbia, el Oso, uno de los músicos que conforman los siete vientos junto con Agustina Massara, Santiago Moldován, Milton Rodríguez, Damián Chavarría, Pablo Vázquez Reyna y Agustín Zuanigh, señala: «La cumbia es una sola, que abarca todo el continente y toma facetas muy distintas a lo largo de la historia y su geografía. Cuando elegimos el formato de orquesta, que en Argentina no estaba tan desarrollado, incorporamos vientos, que es algo más tradicional en otros lugares».
Black Rodríguez Méndez y la colombiana Ivonne Guzmán suman sus voces a esta banda que creció de manera vertiginosa y que llena las salas cada vez que se presenta.
Ganadores del premio Gardel a Mejor Álbum de Música Tropical por Sonido subtropical (2018), son 15 los músicos que suben al escenario, más otras 15 personas que también trabajan junto a ellos. Después de un 2020 muy complejo, LDV arrancó 2021 con una serie de conciertos por todo el país. Pedro Rodríguez, Sebastián Agüero, Tomás Arístide, Marcos «Pollo» Díaz, Manuel Cibrián y León Podolsky completan la orquesta a la que el COVID-19 afectó en sus proyectos. Al respecto, explica Broide, «el período de aislamiento fue muy complejo para toda la industria de la música, ya que este es un sector muy informal. A diferencia de los sectores formales, la ayuda del Estado llegó de manera mucho más intermitente. Además, en la música el 80% del ingreso viene de la mano de la venta de entradas, que se cortó al no poder hacer shows. El desafío entonces era renovarnos, sin tener un peso, y seguir teniendo vigencia».
El esfuerzo no fue en vano: grabaron un disco nuevo con diez canciones originales. «También hicimos dos videoclips. Y esto vino acompañado de un enorme crecimiento de audiencia», dice Broide. El nuevo trabajo se llama El tiempo y la serenata y con él celebran los 12 años de vida.