Cooperativismo | CÓRDOBA

Sembrar futuro

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Texto y fotos: Bibiana Fulchieri

Con el cultivo de plantas y el reciclado como principales actividades, la cooperativa Luna Nueva es parte de un virtuoso engranaje comunitario. Apoyo del Banco Credicoop.

Trabajo conjunto. Los y las asociadas a Luna Nueva recibieron en la cooperativa a Gaitán y Sancho Juane.

En el histórico barrio San Vicente, de Córdoba capital, otrora territorio de fábricas, está la sede de la cooperativa de trabajo Luna Nueva. Un lugar de acopio de residuos sólidos urbanos y un vivero de plantas nativas es lo primero que muestran las asociadas al recibir la visita institucional de Nicolás Sancho Juane, gerente de la filial San Vicente de Banco Credicoop, junto a Marta Gaitán, secretaria de Género del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos. «Este galpón hacía mucho que estaba abandonado; lo último que funcionó era una fábrica de pastas. Nosotros lo alquilamos y lo fuimos adaptando para poder apilar cartón y entrar con los carros y vehículos», dice Silvia Cardozo, acompañada de Cynthia Ávila, tesorera, y Andrea Capdevilla, asociada. E invita a conocer el emprendimiento ecológico forestal, tan verde como la esperanza puesta en estos esquejes y semillas. «Acá tenemos todos los plantines en cajones; los vamos moviendo según las horas de sol y si hay peligro de granizo los protegemos debajo del tinglado de chapa», dice Cardozo. Y muestran ejemplares recién nacidos de algarrobo, timbó, pezuña de vaca, manzano de campo, tusca y más.

«Esta iniciativa nació de nosotros mismos, ya que nuestra tarea diaria como “servidores urbanos” es estar dedicados a recorrer diferentes espacios verdes de la ciudad para realizar desmalezado, poda, recolección y vemos tantas semillas y brotes en los parques, que decidimos empezar a experimentar. Entre pruebas y errores nos entusiasmamos y ya es una unidad productiva más». Muy pronto empezarán a comercializarlos. 

La cooperativa tiene su origen en la coordinación entre Estado y economía social. Desde 2007, la Secretaría de Políticas Sociales, Inclusión y Convivencia del municipio y la Dirección General de Inclusión Social articulan acciones con un grupo de cooperativas mediante el Programa de Servidores Urbanos. A través de capacitaciones específicas, el municipio fortalece su presencia en el espacio público de la ciudad, brindando inclusión social, trabajo, bancarización, asistencia médica y seguro integral a estas cooperativas creadas para tal efecto.

Sobre el nacimiento de la cooperativa, Cynthia Ávila cuenta: «Diría que el germen nace allá por el 2010, cuando los vecinos de la zona este fuimos a reclamarle a la municipalidad que contemplara nuestra situación barrial; nunca pasaban camiones recolectores de basura, había pastizales altísimos, árboles caídos, mucho abandono. Desde el municipio nos dicen que la solución sería que nos organizáramos en cooperativas vecinales y así accederíamos a las becas para formar parte de Servidores Urbanos». 

Fueron a visitar experiencias de otras cooperativas de recicladores y participaron de asambleas con miembros de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP). «El tiempo fue pasando y muchas mujeres planteaban la necesidad urgente de contar con un ingreso fijo y mejorar la vida de sus barrios, así que nos decidimos, fuimos en grupo a Buenos Aires y allí tramitamos para legalizarnos como cooperativa en el 2017. A medida que nos consolidamos como trabajadores organizados en cuadrillas, se fueron incorporando asociados, con edades de 18 a 70 años, de otros barrios con las mismas problemáticas».

Acopio y venta. Hoy la entidad enfrenta la liberación del precio del cartón, uno de los materiales que comercializan.

Presente complejo
Después del mediodía empiezan a llegar a la sede cooperativa trabajadores asociados con los elementos recolectados –cartón en particular–, otros con sus instrumentos de labranza para mantener espacios públicos. Uno de ellos, Andrés Dubicki, relata algunos avatares del presente complejo y el futuro anhelado: «Cada cuadrilla de la cooperativa tiene su hoja de ruta y así nos organizamos para limpieza de calles, poda de árboles; pero allí no termina nuestro trabajo porque a lo largo de la jornada vamos abriendo posibilidades a que nos soliciten servicios, como por ejemplo, fuimos contratados para la Feria del Libro, o canchas de fútbol, y así vamos ampliando actividades». También recibieron capacitación de la municipalidad y la provincia para producir nativas en el vivero y pasarán a brindar tratamiento de residuos verdes 

«Estamos ante grandes desafíos porque se liberó el precio del cartón y nuestra ganancia disminuyó; necesitamos maquinarias para poder acopiar más reciclados, mover volúmenes y lograr independizarnos de los intermediarios a través de nuestras propias enfardadoras y transportes. La idea es que podamos aportar valor agregado a lo que hacemos y eso nos asegurará ampliar nuestra base y poder vivir más dignamente», concluye el asociado.

Nicolás Sancho Juane, gerente de la filial San Vicente, tras participar del encuentro y recorrer los espacios de la cooperativa expresó: «Los 76 trabajadores de esta cooperativa, más 6 nuevos que se sumarán, están vinculados a esta filial Credicoop desde sus inicios a través de sus cajas de ahorro. Participan de actividades y propuestas de la Comisión de Asociados y este año con el premio institucional de nuestra filial vamos a dar la posibilidad de que puedan adquirir maquinarias y herramientas para seguir creciendo». Un entramado virtuoso que impulsa la economía social y el bienestar comunitario.

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