Cooperativismo | CRISIS Y AJUSTE

Sin luz, cámara ni acción

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Ulises Rodríguez

El desfinanciamiento del INCAA, los recortes presupuestarios, los fondos adeudados y el fin de concursos atentan contra el funcionamiento de las cooperativas audiovisuales.

En alerta. Sin subvenciones, peligran las producciones cooperativas, sobre todo del interior del país.

Foto: Productora de la tierra

Las cooperativas audiovisuales están en estado de alerta. Creadas en momentos en que el mercado demandaba nuevas miradas para las producciones audiovisuales, se conformaron como cooperativas y desde sus provincias de origen cuentan historias que reflejan la identidad y las costumbres de sus regiones. 

Con el desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), la eliminación del Fondo de Fomento Concursable para Medios de Comunicación Audiovisual (FOMECA) y el fin de concursos del Ministerio de Cultura de la Nación sumado a que a muchas cooperativas les adeudan fondos que estaban asignados desde la gestión anterior, hoy se encuentran en un momento crítico.

A partir de las decisiones políticas y económicas del Gobierno de La Libertad Avanza, el sector audiovisual, que genera más de 600.000 puestos de trabajo en Argentina, entró en estado de alerta a partir de la disolución de entidades de apoyo y fomento del sector o de la interrupción de becas, préstamos y subsidios. 

La mentada «motosierra» pasó por el sector audiovisual. Como sucede en estos casos, el recorte afecta de manera directa a pequeñas productoras, entre las que se encuentran cooperativas audiovisuales que vieron interrumpido el financiamiento de producciones, el cobro de cuotas aprobadas, por lo que serán numerosos los proyectos que quedarán truncos.

Buscando sobrevivir 

Pablo Testoni es uno de los fundadores y actual presidente de la Cooperativa de Producciones Audiovisuales Imágica de la ciudad de Santa Fe. Con más de tres décadas de trabajo y catorce formales con la matrícula del INAES, es una de las pioneras en el rubro de la comunicación y de la industria audiovisual en su provincia, con un pasado ligado a producciones vecinales, gremiales y a la circulación del material en formato VHS. 

Actualmente a Imágica le adeudan la cuota de un FOMECA de 250.000 pesos que aún no pudieron cobrar. «Está terminado, entregado; nada más y nada menos hablaba de Vicentin y de soberanía alimentaria, sobre todo lo que significa Vicentin en el norte de la provincia como gran pulpo de manejo de todo el negocio y distribución y comercialización de granos en la gran vía del Paraná. Eso no se distribuyó y andá a saber dónde está todo ese material», dice Testoni sobre la cooperativa que es socia de la filial Santa Fe del Banco Credicoop.

A poco de asumir la presidencia del INCAA, el economista Carlos Pirovano despidió a más de 200 trabajadores y cerró áreas clave para la industria como las gerencias de Fomento, Fiscalización a la Actividad Audiovisual, Exhibición y Audiencias y Asuntos Internacionales e Institucionales. Entonces muchas cooperativas del rubro comenzaron a ver acotado su margen de maniobra y están ideando nuevas estrategias para sobrevivir a este presente que les toca transitar.

Un claro ejemplo es la santiagueña Cooperativa del Estéreo que viró el timón hacia la comunicación y las plataformas de streaming para asegurarse su continuidad. Hugo Macías, presidente de la entidad, relata que «quedaron unos proyectos en carpeta, y lo que se está haciendo son algunas sesiones de música en vivo en la sala de ensayo y se filma eso. También estamos por empezar a transmitir los eventos. Pero después no hemos abierto la producción de películas, documentales o cortos porque ya estamos cubiertos con lo que estamos haciendo, que es sostener el canal de streaming; fuimos más para el palo de la comunicación que de la producción audiovisual».

La Cooperativa del Estéreo recuperó –tras presentar un proyecto– el viejo Observatorio provincial construido en los 60 y lo transformó en un centro cultural donde funciona una biblioteca, una radio, un canal de streaming (que nació durante la pandemia de covid19), una sala de ensayo y un patio en el que realizan eventos. «Es un espacio que sirve de apoyo para los barrios de acá de la periferia», subraya Macías, y alerta: «Nos vinieron más de 150.000 pesos de luz, que estamos viendo cómo pagar».

En el caso de la Cooperativa cordobesa Caleidoscopio, tienen dos proyectos en el INCAA con situaciones distintas en cada uno. Gabriela Cabus, productora y presidenta del Consejo de Administración detalla la situación: «La tercera semana de mayo empezaron a pagar los proyectos que ya se estaban ejecutando, en el caso nuestro nos habían pagado una cuota, nos debían la segunda y eso lo empezaron a ejecutar, lo que dejaron en stand-by son los proyectos que ya ganaron, que tienen el interés del INCAA y que deberían ingresar al circuito de pago, esos son sobre los que aparentemente no va a haber novedad; habían dicho por cuatro meses, vamos a hacer un reclamo administrativo para que no se nos venzan los plazos de reclamar».

Futuro incierto

En el mundo audiovisual los proyectos no nacen de un día para el otro. Detrás de una serie, un documental, un cortometraje o una ficción hay un trabajo de muchas horas de escritura y planificación. «Que salgan aprobados en el Instituto de Cine y con interés lleva un montón de laburo previo de años y que queden ahí paralizados en este momento a nosotros nos rompe la estructura con la que venimos trabajando, la continuidad de poder seguir, y tenemos un montón de gente involucrada que en este momento queda directamente paralizada», sostiene Cabus sobre la cooperativa que tuvo a cargo el registro audiovisual de las actividades por los 60 años del IMFC en Córdoba.

Sector clave. Detrás de una serie o un documental está el trabajo de decenas de personas.

Foto: Imagica Coop

Desde el NEA, Lucía Alcain, productora audiovisual, fundadora y expresidenta de la cooperativa misionera Productora de la Tierra, describe la realidad: «Nos afecta todo lo que está pasando a nivel nacional en el INCAA, en el ENACOM, porque traba a toda la industria y nos traba a nosotros también, porque estamos dentro del esquema nacional de trabajadores culturales y trabajadores de cine».

Al recorte se le debe sumar una dificultad adicional que pone sobre la mesa Alcain y es que a la industria argentina la reactivación le va a costar el triple, ya que «Argentina tampoco está vista a nivel internacional como un país que necesite fomento internacional». «Distinto es el caso de una película paraguaya, que sale al mercado internacional y recibe ayuda porque es un país, como otros, declarado con zonas desfavorables de producción; a nosotros no nos tienen en cuenta de la misma forma», agrega y considera que «es una competencia desleal salir a buscar financiamiento internacional, que es lo que propone este nuevo Gobierno». 

Con el apoyo recibido por el INCAA y el Instituto de Cine de Misiones, la Cooperativa Productora de la Tierra –que en 2023 cumplió 20 años de existencia– marcó un hito al participar este año con la película Por tu bien (dirigida por Axel Monsú) en los mercados cinematográficos del Festival de Cannes y de Berlín. Sin ese apoyo estatal esa historia con identidad misionera no existiría y el cine argentino hecho fuera de Buenos Aires nunca hubiera llegado a Francia ni a Alemania.

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