16 de mayo de 2024
Siete cooperativas agropecuarias junto con otras asociaciones y productores locales de Misiones se unieron en un sistema de producción y distribución de alimentos. La potencia de un trabajo territorial interinstitucional.
Tejido solidario. La red opera con 21 nodos de distribución en toda la provincia.
Foto: gentileza Red Yvá
Solidaridad, precios justos, consumo local y soberanía alimentaria son los pilares que sostienen a la Red Yvá, una experiencia de producción y consumo local de la provincia de Misiones, que comenzó en el contexto de la pandemia en 2020 para dar respuesta al abastecimiento de hortalizas de hoja cuando se cerraron las Ferias Francas por el confinamiento obligatorio. «Surgió de la desesperación de gran parte de los agricultores porque no llegaban los intermediarios comerciales y los productores que se dedicaban a la venta no podían salir. Y con la cosecha de cultivo de ciclo corto, como la lechuga, o la vendés o se pudre», cuenta Matías Vidal, antropólogo, que forma parte de la coordinación de la Red junto a Juan Manuel Skupieñ, ambos también compañeros del INAFCI (Instituto Nacional de Agricultura Familiar, Campesina e Indígena), organismo que asiste a 250.000 pequeños productores en todo el país y cuyo cierre, con despidos masivos incluidos, fue anunciado por el vocero presidencial en rueda de prensa y refrendado por el presidente Javier Milei en un tweet.
Organización colectiva
El objetivo de la red es canalizar la producción frutihortícola local al abastecimiento de las localidades cercanas. Lo que comenzó con una movida de emergencia, de bolsones de frutas y verduras, derivó en un trabajo articulado entre organizaciones sociales y sindicales, cooperativas de agricultores, municipios e instituciones públicas provinciales y nacionales. Son siete las cooperativas agropecuarias que comercializan producción frutihortícola y productos elaborados a través de la red: Colonias Unidas de Ruta 6; Agrícola y Ganadera de Gobernador Roca Ltda; M’Barete Ltda; Colonias Unidas del Sur de Misiones, entre otras asociaciones y productores de los municipios Gobernador Roca, Santo Pipó, San Ignacio, Jardín América, Arroyo del Medio, Posadas, Garupá y Tres Capones.
Para crecer, la red contó con el apoyo de entidades nacionales como el INAFCI, INTA, SENASA, además de organismos provinciales como el Ministerio del Agro y de Desarrollo Social, y las municipalidades de Gobernador Roca, San Ignacio y Posadas.
«La red no es solo la organización de la producción y el abastecimiento, es también la organización de la distribución y el consumo desde organizaciones barriales, sindicales, estudiantiles y ámbitos institucionales», explica Vidal y señala que «la CTD (Coordinadora de Trabajadores Desocupados) Aníbal Verón es la organización que en Posadas organizó el Centro de Empaque, a donde llega la producción semanalmente, se fracciona y distribuye en distintos nodos». En esta organización del consumo, participan comisiones vecinales, centros de estudiantes, centros de jubilados, sindicatos y referentes barriales y propone la asociación en red entre la organización de la producción y la organización del consumo. Hoy, a través de 21 nodos de distribución basados en la organización colectiva, la red sostiene una oferta semanal de alimentos frescos y de origen local en puntos de las ciudades de Posadas, Garupá y Candelaria.
Daniel Bacone, coordinador de un grupo de familias productoras de Arroyo del Medio, sostiene que «esta forma nos potencia, nos organiza y nos ordena porque todo lo que llega a la red está vendido, hay una programación de los cultivos para el año y nos da la posibilidad de organizarnos desde la producción», y agrega: «Tenemos la venta asegurada y se cobra a la semana».
«Además –añade– los consumidores reciben los productos a más tardar 48 horas después de ser cosechados, son ecológicos y llegan incluso a menor valor del mercado. Y lo más importante es que el productor recibe el precio que le pone a su producto, no hay intermediarios». Tampoco es menor la importancia de la vinculación con el Ministerio del Agro y la Producción provincial, que brinda asistencia desde lo técnico y provee de plantines y bioinsumos.
«Una parte del grupo está formado por cinco familias productoras y proveedoras de tés de hierbas y estamos desarrollando cinco variedades: carqueja, cedrón de hoja, stevia, salvia morada y menta», cuenta y sintetiza: «La base del éxito es la construcción de la red a nivel territorial, porque sin organización no hay alimentos».
Alerta. Con el cierre del INAFCI se dificultará el trabajo en los territorios junto a los productores.
Foto: gentileza Red Yvá
Sin red del Estado
Con el anunciado cierre del INAFCI, miles de productores se quedan sin un organismo de apoyo fundamental, que se ocupa de brindar acompañamiento desde un enfoque integral: incluye aspectos productivos, comerciales, sociales, organizativos, de acceso a diversas políticas públicas. El trabajo de esta institución posibilitó el acceso a tecnologías de producción, mejoras en infraestructura productiva y de acceso al agua, desarrollo de nuevos canales comerciales, el abordaje de problemáticas de tierra, el fortalecimiento de las cooperativas en aspectos organizativos, jurídicos y contables.
«El INAFCI ha cumplido un rol articulador de diversas políticas nacionales en el territorio. Lo que muchas veces viene enlatado o fragmentado desde el nivel central del Estado Nacional, se adapta y reorganiza en el trabajo territorial. Para ello es fundamental el trabajo articulado entre agentes de las distintas instituciones nacionales, provinciales, municipales y las organizaciones cooperativas. Es un trabajo artesanal de construcción de acuerdos, diagnóstico, definición de prioridades y estrategias», resalta Matías Vidal y enumera que desde el organismo «asistimos a la gestión y ejecución de programas de distintos ministerios dirigidos a la agricultura familiar, la economía social y el desarrollo local; facilitamos el acceso a políticas sociales, programas de empleo. Porque gran parte del despliegue territorial del Estado nacional en las provincias recae en los agentes que tienen una inserción en los distintos territorios y trabajan junto a los municipios y el Estado provincial».
Particularmente, la provincia de Misiones tiene una dispersión territorial importante, con gran cantidad de población rural dispersa, o en localidades de menos de 10.000 habitantes. La presencia del Estado –dice Matías Vidal– «es fundamental para el arraigo, la vida y trabajo digno en los ámbitos rurales».