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Soberanía y cooperación

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Lucía Fernández Méndez - Fotos: Sebastián Casali

Un concurrido encuentro convocó a pensar los desafíos del presente a la luz de los ideales de la Revolución de Mayo.

Panel. Boada, Gil, Díaz, Carrizo y Moya participaron de la jornada en la filial platense.

Con el objetivo de debatir sobre la vigencia del proyecto colectivo, nacional y revolucionario de los próceres de Mayo, en la filial La Plata del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos se desarrolló el encuentro «Cabildo abierto: soberanía y cooperativismo». El mismo contó con un nutrido panel de expositores y fue organizado por el IMFC La Plata, Comisiones de Asociadxs del Banco Credicoop, la Unión de Usuarios y Consumidores y la Asociación Patria Compañera.

La apertura estuvo a cargo de Ricardo Gil, titular del IMFC La Plata, quien a modo de introducción sostuvo que «la palabra revolución tiene mucho que decir y el proyecto de nuestros patriotas revolucionarios todavía está inconcluso». Es por eso que instó a darle continuidad a esas ideas y a ese plan de Gobierno trunco, pero señaló que únicamente puede lograrse si se consolida un pensamiento colectivo, comunitario, solidario y fraternal. «Hoy, el principal producto somos nosotros y el sistema nos consume. Es tan injusto que tiene hasta previsto el promedio de la fecha de vencimiento que tenemos cada uno de nosotros y cuando pensamos que podemos vivir en libertad, disfrutar, llega nuestra fecha de caducidad», señaló al reflexionar sobre una de las tantas consecuencias de no haber logrado concretar un proyecto emancipador.

En relación con las complejidades de la democracia electoral para expresar genuinamente las necesidades populares, Carlos Raimundi, exdiputado nacional y exembajador argentino de la OEA, se interrogó con ironía «¿Qué pasó? ¿El pueblo votó ser más pobre?». Acto seguido, ahondó en la gran cantidad de mediaciones en la democracia que están sometidas al poder económico. «Si no se tocan esos intereses, compañeros, no tenemos ni revolución, ni gobierno popular, ni nada por el estilo», advirtió. Además, marcó como imprescindible la necesidad de hacer la revolución dentro de cada uno de nosotros y ser diferentes, en vez de solo decir que lo somos. «No se puede criticar algo y replicar lo mismo que criticamos. La derrota cultural fue tan fuerte que se nos metió adentro: cuando un gobernador salido del peronismo cambia el proyecto nacional por una rotonda, es que la mercantilización de la política se nos metió adentro», concluyó.

Estela Díaz, ministra de las Mujeres y Diversidad de la provincia de Buenos Aires, repasó las distintas dimensiones en las que se puede pensar la soberanía: la política, la histórica, la cultural, la geopolítica y también la que atraviesa la vida de las personas en esos procesos. «Pocas veces estuvo tan puesto en evidencia cómo necesitan de la subordinación y dominación de las mujeres para consolidar un proyecto neocolonial en la Argentina, de entrega de la patria. Esta idea de un Estado mínimo para garantizar los privilegios de un grupito también mínimo, conjuga de manera explícita un modelo de extractivismo, de concentración de riqueza y de conservadurismo social-político machista, misógino y discriminador», resaltó. Como contraste de lo que ocurre a nivel nacional, subrayó la gestión provincial, en la que «la soberanía es un concepto no solo integral, sino imprescindible para pensar la sociedad que nos merecemos y que necesitamos como mayorías populares en el marco de ese proyecto que definimos como nacional, popular, democrático, latinoamericano y también feminista».

Milagros Moya, directora provincial de Registro y Fiscalización del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo (IPAC), también valoró el rol del gobierno bonaerense como contrapeso de los embates al cooperativismo por parte del poder ejecutivo nacional y cómo desde la PBA se acompaña al sector para que no sean perseguidos, por ejemplo, por falta de documentación o cuestiones burocráticas. «Las revoluciones son posibles, pero en clave cooperativa, que es en contra de lo que nos propone el Gobierno nacional. Más soberano que una cooperativa donde todos valemos uno, donde la propiedad es colectiva y barajamos desde otro lugar, no hay. Hoy, poder sostener a las cooperativas es hacer la revolución», afirmó la funcionaria. En ese mismo sentido, Claudio Boada, de la Unión de Usuarios y Consumidores, sumó: «Estamos en contra de una visión neoliberal, individualista y meritocrática, y creemos en una visión distinta, donde las cooperativas, las pymes, el trabajo nacional, juegan un rol importante. No creo en todos nosotros como un engranaje más del aparato capitalista».

Convocatoria. Dirigentes de entidades sociales, gremiales y cooperativas siguieron con atención las intervenciones del encuentro.


El mapa y el territorio
Por su parte, Rodolfo Carrizo, presidente del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) de La Plata, hizo hincapié en el profundo desconocimiento que hay en general sobre el territorio nacional y la imposibilidad de defender lo que no se conoce. Para dar cuenta de esta falencia, desplegó un mapa de la Argentina que incluye a la porción de la Antártida y la plataforma continental que pertenece a nuestro país. Esta última es una prolongación natural del territorio bajo el mar, que se extiende por 6,5 millones de km2. «En la medida en que nuestro territorio se construye en la conciencia de los pibes, en la educación pública, con el mapa incompleto, lo que se hace es perder una comprensión soberana de lo que significa», explicó. Además, recordó que el intento del Gobierno nacional de derogar la ley de tierras mediante el DNU 70/2023 está íntimamente relacionado a los recursos estratégicos que posee cada rincón del territorio nacional: «Cuando miramos el mapa que quieren extranjerizar, no hay una sola provincia ni un solo metro cuadrado del océano Atlántico que no contenga una riqueza».

«La independencia económica la tenemos que lograr. Si nosotros decimos que las riquezas son nuestras, el beneficio de las riquezas también tiene que ser nuestro», sumó al debate José Lojo, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto La Plata. Respecto al diagnóstico de la coyuntura y las condiciones de posibilidad para una revolución, consideró que «es un momento tan malo que yo diría que es absolutamente lejano de concretar una revolución, pero quizás sea el momento ideal para empezar a hacerla y lo primero que tenemos que tener es una cabeza soberana, para después poder avanzar».

Como herramienta fundamental para lograr ese cometido, Alicia Villa, docente universitaria e integrante de la Asociación Patria Compañera, puso énfasis en la importancia de hablar de soberanía pedagógica y de reponer en la formación de los docentes al pensamiento pedagógico latinoamericano. «El vaciamiento de los contenidos educativos no es para que quede vacío, sino para reponer otro tipo de contenidos y conocimientos que nos llevan a la sumisión y a la colonización», alertó. En congruencia con esto habló Vilma Sanz, también docente e integrante la misma organización, quien señaló que se intenta borrar que los revolucionarios de mayo de 1810 tenían un proyecto de país, y que en dicho proyecto la educación pública y las bibliotecas populares tenían un rol central. «Desconocer la historia, poner abajo de la alfombra algunas cuestiones, es una clave de la colonización cultural», expresó.

Raúl Cuneo, del Banco Credicoop, sostuvo la necesidad de promover espacios de diálogo más frecuentes, para organizar de manera más fluida y eficiente la participación popular en cada ámbito. Además, remarcó la necesidad de marcar en la opinión pública una agenda de temas propia, vinculada a los intereses y necesidades del pueblo.

A lo largo del encuentro, también tomaron la palabra y sumaron sus aportes Alicia Gonzalo y Mirta Bruno, de las Comisiones de Asociados del Banco Credicoop; Mario Descarga, de la Federación de Cooperativas de Servicios de Agua Potable y Saneamiento Limitada; Danielo Loncón, Director del IDEP (Instituto de Estado y Participación) de ATE Provincia; Ilda «Pelusa» Lucchini, de ADULP (Asociación de Docentes de la Universidad de La Plata), entre otros.

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