22 de octubre de 2014
«Una nueva/vieja estrategia: la judicialización de la política» fue el título de la charla llevada a cabo en el CCC Floreal Gorini, donde expusieron Guillermo Treacy (abogado, vocal de la Cámara Nacional Contenciosa Administrativa Federal y profesor de la UBA), Luciano Nosetto (doctor en Ciencia Política e investigador del Conicet) y Gonzalo Gastón Semeria (abogado e investigador del departamento de Derechos humanos del CCC, a cargo de la organización de la charla). «La judicialización de la política tiene una doble dimensión: por un lado, el componente político del decisor (expresión ideológica que se expresa en la sentencia) y, por otro, la interpelación que desde “la política” se hace a los tribunales para que resuelvan cuestiones que por la lógica del acuerdo no se logran dirimir», explicó Semeria. Y agregó que los análisis de los primeros ideólogos del Estado moderno republicano «demuestran que esto que hoy nos parece novedoso no lo es, pues desde la lógica de poder contra-mayoritario, el poder judicial fue ideado como una válvula de control a la pulsión democrática de las masas y sus proyecciones sobre lo social». En la misma línea, Nosetto señaló que con el término «judicialización» se suele aludir al fenómeno general de judicialización de prácticas sociales que asumen la forma de tribunal. Es decir que conflictos que normalmente se resolvían siguiendo pautas dictadas por la costumbre o la confianza, son progresivamente conducidos a instancias judiciales para su resolución. Por su parte, Treacy hizo hincapié en las nuevas lógicas para pensar el proceso judicial, como el denominado «litigio estructural». En ese sentido, comentó que el «litigio clásico» sigue un esquema bipolar, integrado por el actor y el demandado, en donde se hacen valer derechos individuales, mientras que en el litigio estructural se toman en cuenta intereses diversos, y se orienta a lograr la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales a nivel colectivo.
