1 de julio de 2021
La filial La Cumbre del Banco Credicoop organizó una charla virtual sobre el papel del cooperativismo en la actual coyuntura. Disertó Ricardo Gil.
Gil. «La salida es colectiva, es entre todes, pero, fundamentalmente, es solidaria.» (Sebastián Casali)
Economía política. Cooperativas y rol del Estado» fue el título de la charla virtual organizada por la filial La Cumbre del Banco Credicoop, ubicada en la ciudad de La Plata. En ella, Ricardo Gil, presidente de la sede platense del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, hizo un recorrido por la coyuntura nacional e internacional, marcadas por la pandemia de coronavirus, para luego analizar el rol de la economía social. La actividad fue presentada por Gastón Abreu (gerente de la filial bancaria) y Horacio Dowbley (presidente de la comisión de asociados) y fue moderada por Raúl Cúneo (vicepresidente del IMFC La Plata).
Puja distributiva
Gil comenzó afirmando que las decisiones económicas de los Gobiernos son siempre políticas. «La ciencia es política, el manejo de la biotecnología y la administración y la puja por los intereses de la venta, fabricación y distribución de las vacunas son decisiones políticas», explicó. También expuso sobre la desigual distribución del ingreso y la concentración económica, favorecida por la globalización financiera y la deslocalización empresarial. En este marco, Gil abordó el modelo de transformación social que propone el cooperativismo. «No hay posibilidades de mejorar sin democracia económica, si no se incluye a toda la experiencia de la economía social y solidaria», expresó. La decisión de funcionar como una cooperativa, señaló Gil, comienza por poner la administración de la empresa en manos de sus propios asociados. «No somos la única propuesta ni organización que propone avanzar en ese sentido. Hay muchos protagonistas, e incluso también lo hace el Estado», manifestó. Y recordó que, como parte de esta democratización de la economía, desde hace años el movimiento nucleado en el IMFC y el Banco Credicoop plantean la necesidad de una ley de servicios públicos financieros que reemplace a la ley de entidades financieras heredada de la última dictadura. Sobre el final se dio lugar al intercambio entre los participantes. «Tengo más preguntas que respuestas –dijo Gil culminando la charla–, pero tengo una certeza: la salida es colectiva, es cooperativa, es entre todes, pero fundamentalmente, es solidaria».