1 de diciembre de 2024
Con más de 30 años de vida, la cooperativa de crédito Nuevo Impulso permite resolver la necesidad de financiamiento de personas y pequeños emprendimientos. Apoyo del IMFC.
Sede de trabajo. Ares y Magaldi junto a Guillermina Aumedes, presidenta de la filial Mar del Plata del IMFC.
Foto: Juan Manuel Quintanilla
Toda historia tiene un inicio y en el caso de la Cooperativa Popular de Crédito Nuevo Impulso fue hace más de 30 años, según cuenta Raquel Magaldi, tesorera de la entidad que está presidida por Alberto Silva.
«Nuevo Impulso se creó a instancias de un proyecto solidario de nuestro dirigente Floreal Gorini para dar respuesta a las distintas necesidades que surgieron en nuestro país a raíz de la crisis que provocó la política económica menemista. En particular, después de la segunda mitad de la década de 1990, que en nuestra ciudad se vio reflejada en la desocupación de un alto porcentaje de la población», detalla Raquel.
La historia se repite. La crisis económica atenta nuevamente contra trabajadoras y trabajadores informales, precarizados o cooperativistas, pero hoy la Cooperativa Popular de Crédito Nuevo Impulso ya tiene un largo recorrido.
«Desde su propio nombre se desprende la que es nuestra principal y única actividad: el otorgamiento de créditos, microcréditos, a mujeres y hombres que por su actividad económica tienen dificultad para acceder al crédito bancario», afirma Magaldi. Y continúa con la lista de los excluidos del sistema formal: «Microemprendedores y emprendedoras urbanas y rurales, afiliadas y afiliados a sindicatos o mutuales, asociadas y asociados a cooperativas de trabajo, e inclusive hemos otorgado préstamos a las propias cooperativas».
«El dinero es una herramienta fundamental», afirma Jorge Ares, secretario: «Se podría decir con total certeza que la cooperativa se ocupa de poner herramientas que permitan a sus asociados cumplir metas de crecimiento». Hoy, a esta afirmación no le cabe ninguna duda y frente a una urgente necesidad de reactivación de los sistemas económicos locales y regionales, el rol de Nuevo Impulso se vuelve indispensable: «Es ahí donde asistimos a pequeños emprendedores o productores, que teniendo su conocimiento o su espacio de trabajo, si no tienen acceso al crédito, no pueden desarrollarse».
Trabajo local
Para que una comunidad crezca y se desarrolle es necesario que su impulso económico esté llevado adelante por el trabajo local. Según Jorge Ares, «el vínculo con la comunidad es con y a través del contacto directo con los asociados o a través de convenios con otras instituciones, de carácter social principalmente, como cooperativas, clubes, sociedades de fomento». Los interesados e interesadas en acceder a estos servicios pueden acercarse al espacio de funcionamiento de la cooperativa, que se encuentra en la sede de filial Mar del Plata del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (ubicada en Hipólito Yrigoyen 1549) o escribir a coop.nuevo.impulso@gmail.com.
Retomando lo que dijo el mismo Gorini en el 79º día de la Cooperación, en julio de 2001: «Nuestra propuesta como cooperadores se basa en un cambio del modelo económico y social para terminar con el individualismo, el egoísmo y la desigualdad vigente; para terminar con la explotación desmedida de los recursos humanos y naturales e instalar una sociedad que se apoye en los principios de la solidaridad, la justicia social, la democracia participativa y que reemplace el concepto de “mercado” por el de “sociedad”». Más de 23 años después, estos ideales son bandera en la cooperativa Nuevo Impulso y sus representantes se sienten orgullosos y orgullosas de poder levantarlas.