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Claroscuros de una figura popular

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Juan Pablo Russo

Coppola, el representante
Director: Ariel Winograd
Protagonistas: J. Minujin, M. Antonópulos, Y. Guridi y N. Mateo
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Personaje. Con su carisma y sus excentricidades, Coppola refleja el espíritu de los 90.

En una era donde el fulgor de Maradona iluminaba tanto el campo de juego como la cultura popular, Guillermo Coppola se erigía como un ícono que encarnaba el espíritu vibrante y a veces caótico de aquellos tiempos. Compuesta por seis episodios de 45 minutos cada uno, Coppola, el representante no solo es una exploración profunda de la relación entre el fútbol y la fama, sino también un viaje por la identidad nacional a través de los años 90, una de las décadas más complejas de la historia reciente.
Dirigida por Ariel Winograd, que este año también lanzará en Prime Video una producción sobre el expresidente Carlos Menem con Leonardo Sbaraglia como protagonista, no solo se presenta como una comedia dramática biográfica que narra la vida del renombrado representante de futbolistas, personificado por Juan Minujín, sino que también emerge como el reflejo de una época. Basada en hechos y personajes reales, Coppola evoca la nostalgia de aquellos que la vivieron y, al mismo tiempo, invita a las nuevas generaciones a descubrir sus detalles y personajes.
La elección del manager como personaje central es acertada, dado que su figura no solo estuvo intrínsecamente ligada al mundo del fútbol, sino que también se erigió como una figura popular. Con su carisma y sus excentricidades, Coppola encarna los excesos y las contradicciones de una era marcada por la pizza y el champán. Aunque la serie no omite las dinámicas entre el representante y su cliente estrella, su enfoque narrativo lo relega a un segundo plano.
En contraste con la representación simplista y maniquea presente en la ficción del 2021, Maradona: sueño bendito, donde a Coppola se lo presentaba como un personaje unidimensional e incluso antagonista, esta serie se sumerge en su complejidad. Aquí los matices son la clave: el concepto de villano no tiene cabida en esta narrativa, que ofrece en su lugar una visión más amplia de las motivaciones y los desafíos que enfrentaba Coppola.
El guion, escrito por Emanuel Diez, utiliza el humor como vehículo para explorar temas más profundos, como la corrupción, la fama efímera, la decadencia personal y el paso del tiempo. A través de situaciones absurdas y diálogos ingeniosos, se muestra cómo Coppola, a pesar de sus intentos por mantener el control, se ve arrastrado por las circunstancias caóticas que lo rodean. Además de retratar su vida, la serie ofrece una visión más completa de la sociedad argentina de los años 90. Personajes secundarios como Daniel Scioli (Federico Barón), Amalia «Yuyito» González (Mónica Antonópulos), el «rey de la noche» Poli Armentano (Joaquín Ferreira) y Mariano Cúneo Libarona (Nicolás Mateo), representan diversos aspectos de la cultura y la política de la época.
El elenco de esta producción filmada en escenarios de Buenos Aires y Nápoles se completa con Yayo Guridi (Flaco Manguera), María del Cerro (Karina Rabolini), María Campos (Susana), Agustín Sullivan (Carlitos Menem Jr.), Adabel Guerrero (Alejandra Pradón), Diego Pérez, Teté Coustarot, María Marull, Anna Favella, Fabián Arenillas, Roxana Randón, Mayte Rodriguez, Azul Fernández y Gerardo Romano, entre otras figuras.
Coppola, el representante trasciende la mera categoría de comedia ácida: es un examen profundo y analítico de la intersección entre el fútbol y la cultura popular en Argentina. A través de una narrativa ingeniosa, brinda una visión penetrante de una época pasada sin caer en la idealización simplista, al mismo tiempo que provoca reflexiones sobre el presente y el futuro del país.

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