14 de septiembre de 2025
Demasiado
Creadora: Lena Dunham
Protagonistas: M. Stalter, R. Wilson, R. Perlman, L. Dunham, W. Sharpe
Netflix

Vértigo. La vida de Jessica (Stalter) parece precipitarse luego de una separación.
Había mucha expectativa con el regreso de Lena Dunham al formato serie. Y era lógico: con Girls, esta escritora, guionista, directora y actriz sorprendió al mundo con su cáustica y atrevida mirada sobre el egocentrismo millennial. Marcó una época. Estaba claro que no sería fácil llegar tan alto con Demasiado (Too Much en el original), pero la buena noticia es que este estreno de Netflix no decepciona.
La protagonista de esta historia agridulce es Jessica, una treintañera neoyorquina interpretada por Megan Stalter (quien se hizo conocida gracias a su papel en otra serie cómica y punzante como Hacks), cuya vida parece precipitarse tras una ruptura amorosa que la impulsa a mudarse a Londres.
La búsqueda de un nuevo comienzo, lejos de la idealización romántica, la sumerge de lleno en la realidad muchas veces absurda de la adultez, ese espacio vital en el que ni la autocompasión ni la ironía nos protegen de los tragos amargos.
Es un relato de claro tinte autobiográfico: Dunham sufrió mucho la separación con el productor musical Jack Antonoff, hoy en pareja con Margaret Qualley, cayó en un pozo depresivo y aumentó brutalmente de peso. Fue escrito codo a codo con una persona muy importante en su recuperación, el músico británico Luis Felber, su actual marido.
Las fortalezas del guion son tangibles: hay diálogos ácidos, una mirada mordaz y divertida sobre la cultura pop y una galería de personajes secundarios que atraviesan la tragicomedia con sus propias contradicciones. Mención especial para Rita Wilson como la madre de Jessica y Rhea Perlman como la abuela, que se mantienen en contacto desde Estados Unidos y acompañan el sinuoso derrotero de la protagonista en su nueva vida lejos de casa. Dunham también es parte del elenco: encarna a una hermana mayor hundida en la depresión pero conmovedoramente empática, un personaje que reconstruye los sinsabores y las dudas existenciales de la propia Lena.
La serie acierta en la representación de las cicatrices amorosas, familiares y sociales; funciona como pintura honesta de la vida sentimental post-30 , pero sufre algunos problemas de ritmo y profundidad. El formato de diez capítulos, que duran entre 30 y 55 minutos, acaba apresurando conflictos y resoluciones que hubieran necesitado más tiempo de maceración.
Se extraña el pulso nervioso, impredecible y muchas veces incómodo de Girls, sus exploraciones más crudas del conflicto romántico y su amplia gama de matices en las relaciones interpersonales. Más de una vez, Demasiado se rinde al trazo grueso o al cliché e incluso se abandona un tanto a la fórmula para asegurar el croquis del final feliz, aun cuando se permite plantear una pregunta abierta sobre el compromiso y el futuro. Pero lo que resigna en términos de radicalidad, lo gana en madurez y ternura. Dunham les rinde homenaje tanto a Jane Austen como a Jude Apatow con una comedia romántica más gris que rosa que no maquilla los traumas ni las adicciones, no idealiza la sanación y revela una mirada sincera sobre la recuperación personal y la reconstrucción de los vínculos. No hay héroes ni redenciones definitivas. Tampoco autoindulgencia.
Demasiado es, en suma, una radiografía que evidencia con mucha claridad el accidentado proceso del reencuentro con uno mismo. Stalter interpreta bien la oscilación entre histrionismo y vulnerabilidad que le exige el papel. Y el contrapunto de Will Sharpe (al que ya habíamos visto muy sólido en The White Lotus), en el rol del músico sensible y torturado que la enamora, encaja a la perfección. El amor nos acerca a la felicidad y también al trauma, nos dice Lena Dunham. Con humor, agudeza e ingenio, todo aquello que la llevó con justicia a la fama.