30 de agosto de 2023
«En mis cuentos hay algo terrible que puede pasar en cualquier momento. La falsa calma, la calma que precede a la tormenta», dice. También novelista, Saccomanno ha entregado una buena cantidad de libros de cuentos. El tomo de Seix Barral va desde Situación de peligro hasta El sufrimiento de los seres comunes, pasando por El pibe, Cuando temblamos o Animales domésticos.
¿Pero qué distingue la visita a uno u otro género? «La diferencia es que el cuento, al igual que la poesía, es la captura inmediata de lo fugaz. Tal vez no pasa nada, pero pasa algo. Pasa un ángel. Lo ves o no lo ves. Ahí es donde está el vínculo con la poesía. Una novela es más un trabajo; exige una gimnasia, una dedicación. Estar todas las mañanas escribiendo y todo el día pensando en eso. En el cuento entrás, salís y en tres días tenés el cuento. O lo tenés de una y después vas corrigiendo. Pero la novela es un trabajo de largo aliento. Cámara Gesell fueron siete años», explica.
«Estos cuentos surgieron de una realidad», leemos en la apertura del voluminoso conjunto, que combina relatos breves con otros extensos y claves diseminadas en epígrafes de Pavese, Pasolini o Kafka, que se refiere a los tropiezos como senda del camino verdadero.