De cerca | EXPERIENCIA PERIODÍSTICA

Tiempo de escritura

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Corría el año 1956 y Noé se animó a ejercer la crítica de arte. «Mi historia personal invierte eso que se dice habitualmente de que muchos críticos antes fueron pintores», contó en un medio madrileño. Fue uno de los periodistas del diario El Mundo, un emporio del que salieron figuras como Horacio Verbitsky, Víctor Sueiro o Jacobo Timerman y donde Roberto Arlt publicó sus célebres Aguafuertes porteñas. «En esa época no había escuelas de periodismo, pero cuando abandoné la Facultad de Derecho, el tiempo que había estado en la universidad me sirvió como puente para entrar. Luego estuve en otros diarios, viví de eso por seis años», recuerda. Fue por entonces cuando se casó y todavía no había dado el salto completo hacia la actividad pictórica, aunque faltaba muy poco. La reflexión sobre su propio trabajo y la escritura de ensayos sobre su programa estético lo acompañan en paralelo desde el punto de partida de su recorrido, y por ese motivo también son parte de su legado artístico. Para el catálogo de la muestra Ochenta y seis, realizada en 2019 en la Galería Rubbers, escribió: «El momento que estoy viviendo es mi última etapa artística. Tiziano, Monet, Hokusai, Matisse y muchos otros hicieron su mejor obra en los últimos años. No quiero compararme con ellos, pero son un gran ejemplo de por qué en la actualidad quiero hacer mi mejor obra».

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