5 de febrero de 2022
Guillermo del Toro
Mara y Cooper, socios en la estafa.
Además de director y productor de películas de terror fantástico, Guillermo del Toro es un apasionado por la historia del cine. Como tal, basa su nueva película en la novela homónima escrita por William Lindsay Gresham, que ya tuvo una primera versión cinematográfica dirigida por Edmund Goulding en 1947, considerada por muchos como uno de los grandes ejemplares del cine negro. El protagonista antes interpretado por Tyrone Power y ahora por Bradley Cooper es Stanton Carlisle, el desafortunado presentador de una feria de atracciones ambulante. Cuando adquiere el don de la manipulación con la ayuda de la vidente Zeena (Toni Colette) y el mentalista Pete (David Strathairn), Stanton planea estafar a un peligroso magnate (Richard Jenkins) junto con una psiquiatra (Cate Blanchett, la brillante y oportuna mujer fatal) y su fiel compañera Molly Cahill (Rooney Mara). El relato del «estafador estafado» es narrado con maestría por el cineasta mexicano, quien ya ha dado muestras de su devoción por el clima fatalista en su filmografía previa. Quizás lo más llamativo de este film es que el responsable de El laberinto del fauno y La forma del agua prescinde del componente fantástico habitual en su obra al menos de manera explícita, para abocarse en una clase de monstruosidad intrínseca al ser humano. De esta manera homenajea al clásico del cine negro y esboza una mirada pesimista sobre el mundo actual, aunque lo hace con una elocuente paleta de colores que estilizan el microuniverso retratado.