24 de enero de 2022
Ya confirmó su presencia en el Quilmes Rock, que según lo planeado se realizará en Tecnópolis el 30 de abril y el 1° de Mayo. Allí, contó, aprovechará el festival para celebrar los 30 años de su disco más exitoso: El amor después del amor, la contracara de Ciudad de pobres corazones. Como John Lennon o el propio Charly García, Páez contó su vida en canciones. Así como en Los años salvajes evoca sus primeros años en Buenos Aires, cuando desembarcó como integrante de la Trova rosarina y narra en tiempo presente aspectos de la pandemia, El amor después del amor expresó con una música luminosa el significativo cambio estético ocurrido en los 90 que fue, también, producto de un terremoto afectivo.
Luego de su relación con Fabiana Cantilo –una especie de versión criolla de Jane Birkin y Serge Gainsbourg, también registrada en múltiples canciones– conoció a Cecilia Roth y a través de ella se abrió hacia maneras más estilizadas. La actriz estaba en un período deslumbrante de su carrera y había tendido un puente profesional entre Buenos Aires y Madrid. Fito la conoció en una fiesta en Punta del Este y quedó deslumbrado. Las canciones de El amor después del amor –y el estado de gracia en general de Páez– se sostienen en ese embelesamiento. La leyenda dice que había quedado fascinado de chico por la Roth cuando la vio en el cine actuar en Laberinto de pasiones, de Pedro Almodóvar. Y que cuando la encontró en esa fiesta tuvo una epifanía y la abordó de un modo directo: «Nena, ¿me servís vino?».
«El amor después del amor fue un pico de inspiración de Fito», dice el productor Tweety González, que trabajó en el disco. «Ya venía volando muy alto en los discos anteriores, pero en El amor… se alinearon los planetas. El álbum se cortó solo y sorprendió a todos. La gente vio honestidad artística, las letras penetraron en el público. Con Cecilia Roth encontró un ánimo muy inspirador, una seguridad emocional que él hacía rato estaba buscando».
Páez se dio el gusto de hacer shows conceptuales alrededor de algún álbum que cumpliera un aniversario redondo. Lo hizo con Giros, lo hará con El amor después del amor. Ya está ensayando lo que será el (auto) homenaje. El disco destacó por contener casi todos hits y, también, una imbatible lista de invitados: de Spinetta a Mercedes Sosa, pasando por el Chango Farías Gómez, Gustavo Cerati, Charly García, Andrés Calamaro, Lucho González y más. Son canciones gigantes («Un vestido y un amor», «Tumbas de la gloria», «Pétalo de sal», «Dos días en la vida»), bien tocadas, bien cantadas, que atraviesan estas cuatro décadas con una lozanía irreprochable.
