Cultura | LIBRO SOBRE EL DI TELLA

Factoría pop

Tiempo de lectura: ...
Inés Moguillanes

La investigación del periodista Fernando García indaga en un capítulo decisivo del arte argentino: el epicentro de la escena contracultural de los 60.

Postales. El autor del texto, una imagen de La Menesunda, Marta Minujín y la tapa.

Esta es la historia de los años comprendidos entre 1963 y 1970 (…) y de una cartografía paralela al mapa de la ciudad. Hay, además de una lectura del arte de los 60 a través de historias mínimas, un intento por aislar al fantasma ambiente de la época». En esta introducción, el periodista y crítico Fernando García deja en claro el propósito que guía El Di Tella. Historia íntima de un fenómeno cultural: explorar los rincones del Instituto de vanguardia impulsado por el gigante industrial Siam Di Tella pero, sobre todo, los de la ciudadela en la cual se erigió, dada en llamar Floridanópolis.
La zona, que de ficción solo tiene el nombre, estaba delimitada por las calles del microcentro y supo albergar sitios tan reales como emblemáticos. Los bares El Moderno y La Paz, el café Florida Garden, el Hotel Melancólico, la galería Lirolay, el taller Melo y, claro está, el Di Tella, guaridas de una generación hostigada por el Onganiato, en donde se respiraban aires de libertad y experimentación, mientras el arte y la vida corrían por un mismo carril.
En diálogo con Acción, García se remonta a la génesis de su flamante obra que, entre investigación, entrevistas y escritura, le llevó casi cuatro años de trabajo. «Desde el principio, uno de los desafíos fue ir más allá de lo que estaba escrito. Repetir el relato habría sido muy sencillo», admite. Desde la editorial Paidós le propusieron escribir un libro en torno a uno de los máximos hitos del arte del siglo XX a escala local y mundial (por sus salas pasaron obras de Andy Warhol, John Cage, Yayoi Kusama), paradójicamente no tan revisado, que daría como resultado una publicación monumental, de más de 700 páginas, con imágenes provenientes de archivos personales de artistas y fotógrafos, además del de la Universidad Di Tella.

Arqueólogo cultural
Especializado en cultura popular, magíster en historia del arte argentino por la UNSAM y autor de Los ojos: vida y pasión de Antonio Berni (2005) y de Crimen y vanguardia. El caso Schoklender y el surgimiento del underground en Buenos Aires (2015), García resultaba el candidato ideal para embarcarse en la aventura. «Estaba con bastante training en el tema, pero una vez que empecé a laburar me di cuenta de que estaba por escalar el Himalaya», reconoce.
El primer paso para reconstruir las ruinas de la legendaria ciudad perdida consistió en visitar cuanta biblioteca y hemeroteca hubiera, pero también asistir a los eventos convocados por figuras ligadas con «la manzana loca». «Se dio la circunstancia de que muchas cosas hechas por gente del Di Tella estaban pasando en el país, desde la presentación de un libro del equipo de diseño gráfico a obras de Alfredo Arias y de Marilú Marini o muestras de Marta Minujín, Delia Cancela, Edgardo Giménez y Roberto Jacoby. Nacha Guevara volvió a interpretar las canciones de los espectáculos del Di Tella, que no había vuelto a hacer en 50 años. Parecía que lo hacían para mí», rememora.
Asimismo, hacia fines de 2017 emprendió la tarea de reunir testimonios, que se prolongó hasta marzo de 2020, a poco de la llegada de la pandemia y el confinamiento. «Había mucha gente que entrevistar, algunos inubicables. Al noventa por ciento logré contactar», precisa, para luego agregar que Marcos Mundstock y Jorge Schussheim, ambos miembros fundadores de Les Luthiers y fallecidos el año pasado, son los grandes ausentes.
Antes que arqueólogo de la cultura popular o historiador del arte, García se asume, fundamentalmente, como un contador de historias. No en vano la sección con mayor carnadura es la de «Cuentos de la gente nueva», protagonizados por los ciudadanos más ilustres de Floridanópolis y los no tanto. «La historia de La Menesunda es un libro dentro del libro, igual que la historia de Experiencias ’68. Después hay historias chicas, tristes, de personas borradas por la historia del arte», advierte. El rescate de personajes que hasta entonces solo habitaban la memoria oral, integrantes del lado B de la contracultura sesentosa porteña, se revela como una de las mayores virtudes del libro.

Estás leyendo:

Cultura LIBRO SOBRE EL DI TELLA

Factoría pop