Cultura

Imágenes virales

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Fotos trucadas, memes, gifs y otros formatos que circulan por las redes sociales inauguraron una nueva forma de comunicación: los usuarios se saltean a los medios tradicionales con un toque de humor. Los casos de Eameo y las placas rojas de Crónica TV.


Irónicamente. Pato Fontanet con la antorcha olímpica, una burla publicitaria y Mirtha Legrand en Volver al futuro: la realidad vista por Eameo.

 

stá probado que una foto puede modificar el relato de una historia. Uno de los casos más tristemente recordados es el de los militantes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, ocurrido el 26 de junio de 2002, en el que las imágenes tomadas por los fotorreporteros Sergio Kowalesky y Pepe Mateos demostraron que los militantes fueron ejecutados por la policía y no murieron en un enfrentamiento, como decían las fuentes oficiales. En esa jornada trágica, que modificó la vida política argentina, fueron profesionales de la fotografía los que con su cámara y un clic en el momento oportuno lograron captar lo que, seguramente, hubiese llevado años probar a través del relato de testigos y pericias forenses.
Transcurridos más de 14 años desde entonces, es fácil imaginar que el caso Kosteki-Santillán hoy contaría con decenas de videos y fotos tomadas por militantes y testigos ocasionales que, en menos de una hora, tendrían ese material subido a Internet, viralizado a través de las redes sociales, publicado por los sitios de noticias y, de ese modo, la Justicia contaría con mayor cantidad de pruebas para resolver el caso. Y el diario Clarín no habría podido colocar en su portada aquel título encubridor: «La crisis causó dos nuevas muertes».
Por estos días, un tema resonante tarda horas y a veces apenas minutos en convertirse en trending topic en Twitter o en ser compartido vía Facebook. Todo parece explicarse con un gif (la sigla en inglés del formato de intercambio de gráficos) o un meme, esas variantes del humor virtual que sirven para satirizar la realidad. Después de todo, una parte de esa mercancía que es la información está en manos de los usuarios de las principales redes sociales.

 

Lenguaje directo
Son 500 millones de personas que en todo el mundo interactúan mayormente con imágenes: Facebook, Twitter e Instagram han revolucionado la forma de comunicarnos. «Potencialmente, todos somos fotorreporteros sin necesidad de un medio, porque con las redes sociales alcanza para que los usuarios construyan su propia audiencia», dice a Acción el experimentado fotógrafo Daniel Merle, docente y miembro fundador de Nano Festival, que rescata a los nuevos talentos de la fotografía actual.
La psicóloga social y especialista en marketing online Mariana Duffill explica que «las imágenes hablan directamente a nuestro cerebro, generando una respuesta emocional inconsciente que nos prepara para tomar una acción inmediata. Si se trata de un contenido que “resuena” en nosotros, con el que nos sentimos identificados, entonces lo compartiremos casi sin darnos cuenta».
Gastón Cingolani, doctor de la UBA en Comunicación, docente y especialista en el estudio de las imágenes desde lo político, informativo y publicitario, explica que las «imágenes permiten una “economía de recepción” en términos temporales por su síntesis, que el texto lingüístico rara vez ofrece. El logro de Twitter y los fenómenos de microblogging confirman esto. Internet brinda tanto caudal de información, que las imágenes tienen un atractivo más por su síntesis que por otras razones».

 


Pantallas célebres. En Crónica TV la información suele venir acompañada por una cuota de humor, que brota a la velocidad de Twitter.

 

Gastón Cingolani, doctor de la UBA en Comunicación, docente y especialista en el estudio de las imágenes desde lo político, informativo y publicitario, explica que las «imágenes permiten una “economía de recepción” en términos temporales por su síntesis, que el texto lingüístico rara vez ofrece. El logro de Twitter y los fenómenos de microblogging confirman esto. Internet brinda tanto caudal de información, que las imágenes tienen un atractivo más por su síntesis que por otras razones».
Dentro de este mundo virtual, donde el elemento visual impone su poder por encima de la palabra, se destacan los casos que marcan la tendencia para el resto de los usuarios, que a su vez comparten estos mensajes gráficos y sintéticos entre sus propios contactos. En la Argentina, algunos de los que logran más interacción en las redes son los creativos de Eameo y las famosas «placas rojas» del canal de noticias Crónica TV.
En su libro El gen egoísta (1976), el zoólogo y científico Richard Dawkins expone la hipótesis «memética» de la transmisión cultural. En su teoría, el autor británico nombra como «meme» a la unidad mínima de información que se puede transmitir. De allí que se ha bautizado como memes a esas imágenes que combinan fotografía y texto o cualquier otro elemento audiovisual, para comunicar una idea, situación o expresión de forma más divertida, con transmisión viral en las redes sociales y a través de aplicaciones como Whatsapp.
Para generarlos basta con un programa sencillo o una aplicación en el smartphone como Meme Generator, Meme Creator o Mematic, que permiten que cualquiera los produzca y los comparta entre sus contactos. En la Argentina, los memes que más circulan se relacionan con las típicas «cargadas» y tienen que ver con el fútbol, con la política o con algún chimento o noticia que cause sensación en ese momento.

 

Escenas retocadas
La evolución de los memes está representada en nuestro país por Eameo. Proveniente del dicho «Eh, ameo» («eh, amigo»), es el lenguaje callejero argento resumido en una sola palabra. Todo comenzó en la primavera de 2014, cuando un grupo de «amigos virtuales» –que solo se conocían por sus apodos y por compartirse imágenes retocadas e intervenidas con personajes populares o noticiosos– fundaron lo que hoy es el fenómeno humorístico con más adeptos en las redes sociales argentinas.
Al borde de los 950.000 seguidores en su fan page de Facebook y de los 310.000 en Twitter, con la travesti mediática Zulma Lobato ilustrada al estilo pop de Andy Warhol como ícono, cada vez que suben una imagen «photoshopeada» a sus cuentas en los distintos sitios se viraliza en cuestión de segundos. Y de este modo se genera una lectura irónica de la realidad, que sobresale por su originalidad.
En dos años de estar online, los cerebros de Eameo, que se compone de profesionales provenientes de rubros tan diversos como el diseño, la publicidad, la televisión, la arquitectura, la psicología y hasta la ginecología, prefieren mantenerse en el anonimato y hablar en nombre del proyecto para contar lo que hacen y su modus operandi. «Eameo es principalmente un medio de comunicación que usa el humor, aunque también hay denuncias y protestas. Por eso a veces hay gente que con determinadas fotos se enoja, porque no causó gracia o porque con ese tema supuestamente no había que meterse, cuando tal vez no era un chiste, sino una denuncia», dice uno de los creativos a Acción.

 


 

o comparten en un grupo cerrado de Facebook. «Generalmente se trabaja sobre la actualidad, salvo que no haya tema. Cada uno hace su material, luego se van subiendo y se pueden aportar ideas sobre lo hecho». Las primeras creaciones que tuvieron una viralización importante fueron las botellas de Manaos con apodos como «Micho», «Tito» o «Negro», parodiando a Coca Cola; la otra fue la de Mirtha Legrand con Marty McFly y el Dr. Brown, los protagonistas de la saga Volver al futuro. Y desde allí no pararon.
«La verdad que no tenemos claro por qué hemos tenido tanta repercusión, pero creemos que es porque el idioma y el humor que usamos es lo que el común de la gente piensa o siente, y no sabe cómo expresarlo o no se anima a decirlo, y de esta forma les permite compartirlo», dicen sus hacedores. En su concepción de la comunicación, consideran que «una imagen puede decir varias cosas, según quién la mire. Una foto sin texto que la condicione permite muchas interpretaciones».

 

El señor de las placas
El canal de noticias Crónica TV también se suma a la tendencia. Las ya clásicas «placas rojas», con letras en imprenta y un título ganchero y satírico, son una marca registrada del fundador del diario homónimo y de la señal: Héctor Ricardo García. Actualmente hay una tradición de tituladores que respetan la herencia de García, y ponen el ingenio a funcionar para informar al televidente con un guiño de humor y complicidad, al son de la marcha militar estadounidense «Estrellas y barras por siempre».


Facundo Pedrini tiene 27 años y lleva 8 practicando el arte de las «placas rojas». «Desde que salieron por primera vez al aire, el 4 de enero de 1994, se convirtieron en un furor porque el rojo no se usaba en televisión. Con el paso del tiempo, la placa roja se convirtió en la competencia directa con Twitter desde la TV», le cuenta a Acción. Los tituladores juegan con la noticia y dicen más de lo que uno está leyendo. «Las placas rojas son la imagen en sí misma y cobran sentido cuando circulan a través de Whatsapp y las redes sociales, es como un espacio de resistencia para mucha gente», dice Pedrini, autor de Argentina: una historia en placas (Ediciones B).    
El periodista tiene la teoría de que «la placa roja es inimputable». Y recuerda momentos inolvidables de los últimos tiempos, como las que rezaban «Los prófugos tiran más tiros que el chileno Vicuña» (sobre la fuga de los implicados en el triple crimen); «Usted ya puede comprar 2 millones de dólares» (cuando se liberó el cepo); y «En otro canal están jugando River-Barcelona» (mientras se disputaba la final del Mundial de Clubes). Son solo algunas muestras del impacto visual de una señal de noticias que, por momentos, titula a la velocidad de un tuit.