Cultura | ENTREVISTA A JUAN ANTONIO BAYONA

La sociedad de la nieve

Tiempo de lectura: ...
Juan Pablo Russo

El director español regresa al cine con una historia sobre los rugbiers uruguayos cuyo avión se estrelló y debieron sobrevivir en la cordillera de los Andes.

Foto: Prensa Netflix

Después del éxito de El orfanato, el director español Juan Antonio Bayona trasladó su destreza a Hollywood, donde dirigió exitosas películas como Lo imposible, Un monstruo viene a verme, Jurassic World: El reino caído, así como la serie Penny Dreadful y la esperada adaptación de El Señor de los Anillos: Los Anillos del Poder. Ahora, después de 16 años, regresa al cine en su lengua materna con La sociedad de la nieve, una película basada en la historia real del vuelo que se estrelló en los Andes con un equipo de rugby uruguayo camino a Chile. Este relato, que cautivó a Bayona durante mucho tiempo y lo llevó a adaptar el libro de Pablo Vierci para la pantalla grande, tiene la particularidad de contar con un elenco compuesto principalmente por jóvenes actores argentinos como Agustín Pardella, Diego Vegezzi, Rafael Federman y Matías Recalt, entre otros.

«Todos conocemos mucho la historia, estamos familiarizados con los sucesos, pero el libro deja de lado los hechos y se centra más en la reflexión.»

El 13 de octubre de 1972, el vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, que tenía como destino transportar a un equipo de rugby para competir en Chile, experimenta un trágico accidente al estrellarse contra un glaciar en pleno corazón de los Andes. De los 45 pasajeros a bordo, tan solo 29 logran sobrevivir. Aislados en uno de los entornos más inaccesibles y hostiles del planeta, se ven obligados a tomar medidas extremas para garantizar su supervivencia. La película, que tuvo su estreno mundial en la edición número 80 de la Mostra de Venecia, representa a España en los premios Oscar 2024 en la categoría de Película Internacional y podría sorprender no solo con múltiples nominaciones en categorías técnicas, sino incluso colarse entre las diez aspirantes a Mejor Película.
Bayona, que ya había explorado la narrativa del «hombre contra la naturaleza» en Lo imposible vuelve a uno de los géneros que mejor le sienta: el cine catástrofe y de supervivencia. «El libro de Pablo Vierci me dejó muy tocado. Pensaba que conocía la historia, pero realmente quedé muy conmovido por el acercamiento casi espiritual y filosófico que ofrece. Todos conocemos mucho la historia, estamos muy familiarizados con los sucesos, pero el libro de alguna forma deja de lado los hechos y se centra más en la reflexión, y en esas preguntas que quedan sin responder 50 años después. Para mí, es muy bonito poder volver al pasado y encontrar las respuestas a esas preguntas, y además hacerlo de la mano de los propios supervivientes», sostiene durante una charla exclusiva por Zoom con Acción desde Los Ángeles, donde se encuentra en plena campaña de promoción en vista a la temporada de premios que acaba de comenzar.

Foto: Prensa Netflix

La tragedia del avión estrellado en los Andes no es la primera vez que se ve reflejada en el cine. En 1976, Survive – Supervivientes de los Andes, una película de televisión dirigida por René Cardona, ofrecía una representación temprana del trágico suceso. Aunque tal vez sea ¡Viven! (1993), dirigida por Frank Marshall, basada en el libro homónimo de Piers Paul Read y con la actuación de Ethan Hawke, la que resuena en el inconsciente colectivo del público. Por eso es que Bayona enfrentaba un doble desafío al tener que narrar los hechos desde otra perspectiva para poder diferenciarse de las antecesoras y también generar suspenso en una historia con un final conocido. «La historia ha quedado como la historia de los héroes de los Andes, la historia del canibalismo, pero es mucho más grande que todo eso, y para mí el reto era cómo contar eso, cómo llegar a contar lo invisible. La solución fue contarla a través de los ojos de uno de los que no regresaron, Numa (Enzo Vogrincic). Al hacerlo, la película adquiere un tono metafísico que va más allá de los hechos para hablar de un lugar espiritual», dice.

«Para mí el reto era cómo contar eso, cómo llegar a contar lo invisible. La solución fue contarla a través de los ojos de uno de los que no regresaron.»

Con su perspectiva narrativa y apelando a una estética personal donde los rostros de los sobrevivientes también son considerados parte integral del paisaje, Bayona consigue plasmar la complejidad de la supervivencia y la confrontación con la naturaleza gracias a la dirección fotográfica de Pedro Luque. Uno de los momentos más impactantes ocurre durante la colisión del avión, una escena narrada desde la óptica de un ojo y seguida por un instante de silencio, trascendiendo la mera representación del desastre en sí mismo.
«Los espectadores tenían que pasar por las mismas emociones que pasaron ellos. Una palabra que odiaba y les decía a todos era “espectacular”. No quería que fuera espectacular, tenía que doler, tenía que ser algo que cambiara la película radicalmente e hiciera un giro de 180 grados. Hasta ese momento es casi una película juvenil, los ves jugar al rugby, suenan canciones, están de bromas, y de repente se meten en un avión, no se sabe lo que está pasando, y el espectador se mete con ellos. La situación empieza a cambiar y de pronto es un golpe físico que duele. Buscaba reflejar ese viaje que vivieron, ser muy inmersivo y casi ser físico en la manera de transmitir las emociones», dice el cineasta que aspira a 13 de los premios Goya del cine español y cuyos ganadores se conocerán el próximo 10 de febrero.
La película es una obra coral, aunque algunos personajes destacan más que otros. Uno de ellos es el argentino Matías Recalt, quien interpreta a Roberto Canessa y también logró una nominación al Goya como actor revelación. El proceso de selección del elenco tuvo lugar durante el auge de la pandemia y se llevó a cabo mediante largas sesiones de Zoom, siendo conducido por otra argentina, la directora de casting María Laura Berch. Además de Recalt, el reparto incluye al uruguayo Enzo Vogrincic, Esteban Bigliardi, Rocco Posca y Andy Pruss, entre otros nombres.

«Buscaba reflejar ese viaje que vivieron, ser muy inmersivo y casi ser físico en la manera de transmitir las emociones.»

Bayona se confiesa feliz de haber descubierto ese grupo de actores tan maravillosos. «Pocas veces puedes dar la posibilidad de poner no solo el alma, sino también el cuerpo. Algunos perdieron más de 20 kilos, sufrieron el frío, la soledad, estuvieron seis meses fuera de casa y atravesaron ese viaje de alguna forma similar al de los supervivientes. Son ellos los que comunican al público todas esas emociones, el frío, el hambre, el miedo a morirse. El recuerdo más bonito que me llevo de la película es la relación con todos es actores que lo dejaron todo», dice para finalizar. La sociedad de la nieve puede verse en salas seleccionadas y en Netflix desde el 4 de enero.

Estás leyendo:

Cultura ENTREVISTA A JUAN ANTONIO BAYONA

La sociedad de la nieve

Dejar un comentario

Tenés que estar identificado para dejar un comentario.