1 de junio de 2021
Los documentales en primera persona no solo atañen a las producciones hispanoparlantes. El director estadounidense Michael Moore indaga en acontecimientos de gran repercusión en la coyuntura de su país (Bowling for Columbine, Fahrenheit 9/11), a partir de un formato proveniente de la televisión y a la vez ligado con el ensayo audiovisual. El cineasta alemán Werner Herzog hace uso del archivo para transformar los viajes de exploración en reflexiones profundas sobre la condición humana, como sucede en La cueva de los sueños olvidados y Hacia el infierno. El británico de ascendencia india Asif Kapadia ficcionaliza sus biopics documentales gracias el enorme registro audiovisual existente sobre la figura homenajeada: Senna, Amy, Diego Maradona.
Distintos mecanismos de intervención del material de archivo alimentan una mirada personal sobre la realidad circundante. En esa línea de experimentación constante se anotan Adiós al lenguaje y El libro de imágenes, los últimos trabajos del emblemático Jean-Luc Godard. «Chris Marker o Godard no pretenden hacernos pasar sus discursos por objetivos. Al contrario, ponen en primer plano su punto de vista, también sus dudas», explica el crítico español Jaime Pena. Entre los antecedentes de la no ficción en la historia del cine, también se pueden destacar el trabajo de maestros del género como el lituano Jonas Mekas, la francesa Agnès Varda y el alemán Harum Farocki.
