Cultura

Reflejos de una artista

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Homenajes. Tres muestras recuerdan, en distintas partes del mundo, a la gran pintora.

No importa cuánto tiempo pase; Frida Kahlo siempre está de moda. El 13 de julio se cumplieron 60 años de su muerte y, como parte de las conmemoraciones, tres muestras internacionales rinden tributo a su figura única y tortuosa. La primera, titulada Las apariencias engañan: los vestidos de Frida Kahlo, una iniciativa del Museo Frida Kahlo y Vogue México, puede verse hasta setiembre próximo en la Casa Azul.
Centrada en la influencia de la pintora mexicana en el vestir, la exhibición cuenta con objetos que estuvieron guardados por cinco décadas en un cuarto de baño, y dentro de baúles y roperos, por voluntad de Diego Rivera: 6.000 fotografías, 300 prendas, un puñado de joyas y pilas de medicamentos para calmar el dolor de las 32 operaciones a las que fue sometida Kahlo luego del accidente de autobús que sufrió a los 18 años.
La muestra –acompañada por el libro Todo el universo Frida Kahlo. El mundo México– destaca cómo, mediante sus llamativos ropajes, «Frida se convertía en un objeto de deseo ocultando sus imperfecciones físicas». Forzada a usar corsets y aparatos ortopédicos, supo camuflar lo que llamaba su «cuerpo roto»: polleras largas cubrían una pierna deforme –la derecha, que era más corta, producto de una polio sufrida en la infancia– y blusones ocultaban sus corsets. No fue el único motivo, porque los vestidos de tehuana y los coloridos rebozos respondieron también a su amor por el México popular –presente en sus pinturas– y por el gusto de complacer a Rivera, que tanta influencia tuvo en su vida y su trabajo.
Así como la plástica y la moda atravesaron su vida, también lo hizo el dolor, que minó su alma e ilustró sus creaciones. Hasta el 31 de agosto, en Roma, el museo Scuderie del Quirinale da cuenta de ello a través de la muestra Frida Kahlo y Diego Rivera, con más de 40 piezas, como «Autorretrato con collar de espinas», que reflejan su lucha diaria por sobrevivir y su amor obsesivo por Rivera, con quien se casó dos veces, en 1929 y 1940. La serie explora, asimismo, su obra y sus lazos con los movimientos artísticos de su época, desde el modernismo mexicano hasta el surrealismo.
Retratos de su mundo íntimo integran la exposición Frida Kahlo, her photos, del Museum of Latin American Art (California, Estados Unidos). Esta pasará a Curitiba (Brasil), a partir del 17 de julio, y a Bendigo (Australia), a fines de 2015. Son 240 fotos que tomaron, entre otros, artistas como Man Ray y Tina Modotti.
Kahlo nació el 6 de julio de 1907. Se suponía que iba estudiar Medicina, pero el accidente aquel la llevó a pintar como forma de paliar las dolencias. Su padre, un fotógrafo judío-húngaro que cultivó el autorretrato, le regaló sus primeros pinceles, mientras que Rivera reconoció e incentivó su talento. Como es sabido, también le destrozó el corazón, cuando tuvo un romance con Cristina, su hermana menor.
El 13 de julio de 1954, una embolia pulmonar venció a la «mejor pintora mexicana» en palabras de Rivera. Tenía 47 años recién cumplidos. En su diario había escrito: «Espero alegre la salida y espero no volver jamás».

Francia Fernández

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