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Mientras las redes sociales extienden sus dominios en todos los terrenos, incluyendo al periodismo, los noticieros buscan estrategias para mantener el interés de la audiencia, entre la innovación y la actualidad. Opinan los especialistas.


Como decía Bob Dylan en una de las canciones más representativas de los años 60, los tiempos cambian. Y las vueltas de tuerca se hacen necesarias en todos los ámbitos y aspectos imaginables, para conservar la razón de ser y no convertirse en una pieza de museo. En el campo de los medios de comunicación, los noticieros televisivos fueron uno de los formatos más afectados a partir de la que posiblemente haya sido la novedad más poderosa del siglo pasado: Internet. Y tuvieron que actuar en consecuencia, para adaptarse a la realidad circundante en los tiempos de la posverdad, donde la información circula con una velocidad y un volumen tales que, en muchos casos, conspira contra su propio valor como tal y deja abierta la puerta a la manipulación.
Para Adrián Bono, conductor de Infobae TV y fundador del medio digital en inglés The Bubble, el primer paso hacia la metamorfosis experimentada por esta clase de programas, se sitúa en la década del 80, con la aparición de los canales dedicados a transmitir noticias las 24 horas del día, como CNN. «Esto generó un cambio no menor, que implicó una forma distinta de cubrir las noticias. Para empezar, hubo que buscar material para transmitir todo el día. Ya no se podía hablar de política, economía o sociedad, como hacían los noticieros de antaño, que destinaban prácticamente la totalidad de la emisión a esos temas. Hubo que incorporar contenidos más informales», explica. La razón, según Bono, era doble: «Porque llega un momento en que las noticias del día se agotan y, también, para evitar que el espectador se aburra».
A partir de los avances tecnológicos y la irrupción del mundo digital, los medios tradicionales como el diario, la televisión y la radio ya no son los únicos voceros de las noticias. Por el contrario, Internet y, sobre todo, las redes sociales, se convirtieron en los espacios predilectos a la hora de buscar información. Y no solo eso: los usuarios también pueden ser quienes den a conocer la noticia a sus contactos mediante una foto, un video o un tweet, fenómeno que se dio a conocer como «periodismo ciudadano».

Revolución digital
La inclusión constante en pantalla de los hashtags de Twitter, animando a los espectadores a participar de un determinado tema con comentarios, fotos o videos, fue otra manera que encontraron los noticieros para adaptarse a la nueva era informativa. A nivel contenido, se incorporó material proveniente de sitios webs como YouTube y sus videos virales, o las tendencias en redes sociales.
Ahora, ¿lleva Internet a generar un cambio de mentalidad, a instaurar un nuevo modelo de conocimiento? Las posturas son variadas. Para Silvana Ercolano, productora ejecutiva de Síntesis, el clásico noticiero de medianoche de El Trece, la red «es un recurso más, inmenso, que a los periodistas y productores nos acerca mucho a la realidad y a la noticia, a los temas que preocupan e interesan».
En cambio, Nicolás Lantos, periodista y columnista político del programa La pura verdad, que transmite América TV, sostiene que Internet y especialmente los dispositivos portátiles y las redes sociales, con su entrada en escena protagonizan un cambio de paradigma, haciéndose presentes en todos los rincones del planeta. «El mundo está habitado por gente que vive en las redes: ese es el ámbito donde transcurre gran parte de nuestras vidas, relaciones sociales, laborales y sentimentales, donde volcamos nuestras experiencias negativas y positivas y, por supuesto, también, donde nos informamos todos los días», señala.
En síntesis: la sobreabundancia de información plantea un desafío también para
la audiencia de los noticieros, que en ciertas ocasiones se ve empujada a atravesar una maraña de mensajes cruzados y ruido de fondo en su búsqueda de datos útiles y confiables.

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