Opinión

Ezequiel Fernández Moores

Periodista

Bilardo, vivir su vida

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«De tanto querer ser en todo el primeeeero», canta Julio Iglesias en «Me olvidé de vivir». Es Carlos Bilardo en HBO Max. El DT obsesivo, que vivió toda su vida para ser el primero («porque del segundo nadie se acuerda»), acaba de coronarse campeón en México 86. Pero tampoco así está feliz. «Porque Alemania», se lamenta, «nos hizo dos goles de cabeza y de pelota parada». Minutos después, la serie sí muestra a Bilardo eufórico en el balcón de la Casa Rosada. Celebra el Mundial siguiente de Italia 90. Había salido segundo.
El doctor del fútbol (cuatro capítulos de 45 minutos cada uno) es una honesta declaración de amor al DT. Admite los alfileres que pinchaban en pleno partido al rival (lo confiesa hasta un exjugador suyo en el Deportivo Cali de Colombia). Y está el famoso bidón contaminado que afectó al brasileño Branco en Italia 90 (un asistente recuerda que Bilardo aprobó Bioquímica con un 10 cuando estudiaba Medicina). Y también está la bandera argentina «agraviada» en la concentración de la selección en Trigoria, quemada en realidad para motivar al equipo antes de la semifinal contra Italia («los más veteranos ya sabíamos que había sido Carlos», cuenta Oscar Ruggieri). En la alta competencia todos quieren ganar. Marcelo Bielsa también. Cada uno elige cómo.
La serie dirigida por Ariel Rotten, con guión de Sebastián Meschengieser y Gustavo Dejtiar, logra que la trampa sea picardía. Sí irrumpe entonces el DT pionero en el estudio del rival, del video-análisis hoy masivo. El DT que logra adhesión incondicional de sus jugadores. Y de sus esposas. Es hilarante el recuerdo del Checho Batista. Él quería ir arriba en pleno sexo con su mujer. «Carlos dijo que arriba no», lo frenaba ella, porque arriba hay que «trabajar» más. Y eso, les dijo Bilardo a las esposas, le quita piernas al jugador. Obsesión por el detalle. El viaje a Tilcara para medir los esfuerzos de los jugadores antes de ir a la altura de México. Argentina fue la primera selección que arribó al DF. Y se fue última. Fue el segundo título de Bilardo DT. No hubo más.
El Bilardo de HBO emociona ante todo porque abre una puerta inédita a videos personales del entrenador. Por algo los mejores personajes de la serie son Gloria y Daniela, esposa e hija, «víctimas» principales del hombre que vivía solo para ganar. Especialmente Daniela, que revela cartas de dolor adolescente y hasta celos por Diego Maradona («el hijo varón que Bilardo no tuvo»). Y que, con el tiempo, siente orgullo por ese padre que, como ella misma dice, no se olvidó de vivir, sino que vivió la vida que él mismo eligió.