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Con jugadoras de jerarquía, muchas con futuro de selección, el certamen de 12 equipos exhibe desarrollos más atractivos. Crecen las demandas de mayor visibilidad camino a la profesionalización de un deporte que progresa desde su semillero.


Monumental. El superclásico disputado en febrero finalizó con victoria de River por 3 a 1. (Daniel Haliasz)

La escena, de gran impacto para la disciplina, tuvo lugar en la antesala de una nueva edición de la Liga Argentina Femenina de Vóley. En el microestadio de San Lorenzo, Boca y River disputaron la final de un cuadrangular amistoso de verano que resultó todo un suceso: buen marco de público, televisión en vivo y una final superclásica que quedó en manos del equipo xeneize, apodado Las Guerreras. La imagen quedó como una señal auspiciosa del certamen que comenzó a principios de 2019 y finalizará a mediados de abril.
Así, doce equipos de todo el país (siete de Buenos Aires y cinco de distintas provincias)  renovaron el interés por la Liga Femenina de Vóley, una competencia que va por su vigésimotercera edición y que reúne a  jugadoras con nivel de selección y jóvenes promesas de todo el país. Sin embargo, y pese a que su nivel crece cada año, el enorme desafío es poder consolidar su desarrollo con miras a la profesionalización de la disciplina, tal como sucedió con el vóley masculino, y atraer mayor cantidad de público.
 «Este año, el nivel es más parejo que el año pasado, hay equipos más fuertes y hoy hay que jugar bien para ganarles a todos. La Liga mejoró en los últimos años pero se podría hacer mucho más para que la competencia siga expandiéndose. El año pasado se televisaron las finales, sería interesante que haya más espacio para la actividad», señala a Acción Victoria Zabala, central de Boca, uno de los clubes más importantes de la competencia. En las últimas doce ligas, Boca fue finalista en diez: ganó cinco, fue subcampeón en otras cinco y tercero en dos. Martina Guastavino, central de River, coincide con la necesidad de potenciar el torneo. «El nivel en la cancha va mejorando, pero si bien  en cuanto a organización este año estuvo mejor todavía que anteriormente no hay ningún tipo de promoción o iniciativa a largo plazo para lograr que se convierta en deporte profesional», señala, y se pregunta: «Con el potencial que tiene el vóley femenino en el país, uno de los deportes más practicado por mujeres, ¿cómo puede ser que no se desarrolle para crecer?».

Trabajo formativo
Con respecto a esto último, el panorama actual del vóley femenino a nivel nacional exhibe sostenidos progresos en su base, lo que podría trasladarse a las selecciones, tanto mayores como juveniles.  Carlos Getzelevich, quien lideró el Programa de captación para los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires, sostuvo en una entrevista reciente: «En las categorías 2000/01, el vóley es el deporte más practicado a nivel escolar, pero fuera de ese ámbito, algo que nos llamó  la atención, el 17% elige jugar al vóleibol, el 14% juega hockey y un 10% al fútbol. Hay que buscar material para seguir nutriendo a las selecciones menores».
La difusión de la Liga, en ese punto, podría aportar decisivamente al despegue definitivo del deporte. Cuenta a su favor con atractivos:  la paridad del certamen, un nivel de juego en ascenso y cada vez más exponentes de jerarquía. Como prueba, el sitio Voley Plus realizó una encuesta con los entrenadores de los 12 equipos donde fueron mencionadas numerosas jugadoras con rendimientos destacados, por caso, Anahí Tosi ( Boca); Daniela Bulaich (San Lorenzo), Victoria Zabala (Boca); Tanya Acosta (Gimnasia y Esgrima La Plata) y Mariángeles Cossar (Boca). Entre las caras nuevas que asoman con futuro de selección y son protagonistas de esta edición de la Liga figuran Candela Salinas (Boca), Victoria Mayer (Gimnasia La Plata), Bianca Farriol (San Lorenzo), Victoria Michel Tosi (San Lorenzo) y Ángeles Ligorria (Gimnasia La Plata).
También los equipos participantes en el certamen le dan un plus de calidad. Entre los animadores figuran, además de los citados Boca y River, San Lorenzo, Gimnasia y Esgrima La Plata, los santafesinos Villa Dora y Club Rosario, y Banco Provincia, por citar a los que están en las primeras posiciones. Con esos nombres, la Liga Femenina consolida su protagonismo y augura más emociones. Mientras tanto, el reclamo para visibilizar aún más la actividad continúa.

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