Deportes

El factor Colombia

Tiempo de lectura: ...

Con Bermúdez, Serna y Córdoba como referentes del primer ciclo internacional exitoso del técnico Carlos Bianchi, Boca apuesta a los futbolistas colombianos para su gran objetivo: la Libertadores 2018. Perfiles de Cardona, Barrios y Fabra, pilares del líder local.


Distinción. Festejo de gol entre Cardona, Barrios y Fabra en el encuentro disputado ante Gimnasia y Tiro de Salta por la Copa Argentina 2017. (Télam)

Después de Darío Benedetto, el delantero de Boca que se ganó el corazón de los hinchas a fuerza de goles, el segundo más ovacionado cuando la voz del estadio repasa la formación en la Bombonera es Wilmar Barrios, el volante central colombiano, titular indiscutido y pilar defensivo del equipo de Guillermo y Gustavo Barros Schelotto. Sí, incluso por encima de Fernando Gago. Por el lateral izquierdo, surge otro colombiano, Frank Fabra. Con la salida de Jonathan Silva y, en especial, con el paso de los días de adaptación en el fútbol argentino, Fabra aporta asistencias y goles, y contó que trata de copiar para aprender al brasileño Marcelo. Unos metros más adelante, con el eje de partida situado como falso puntero izquierdo, Boca sumó a Edwin Cardona, también colombiano.
Aunque todavía le falta mejorar su rendimiento, Cardona refrescó la memoria de los hinchas xeneizes. Es un enganche de tranco lento, con buena pegada. Pidió, apenas pisó la Argentina, que no lo comparen con Juan Román Riquelme. El cuarto colombiano es Sebastián Pérez. Está recuperándose de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Los nuevos colombianos de Boca recuerdan a Óscar Córdoba, Jorge Bermúdez y Mauricio Serna, multicampeones en la etapa de oro, durante el primer ciclo exitoso de Carlos Bianchi como entrenador. Los nuevos, además, forman parte de un equipo, el de Guillermo, que apuesta a un gran objetivo: ganar la próxima Copa Libertadores después de varias frustraciones.

Vuelo propio
«Nuestro paso por Boca los motiva, les sirve, y de alguna manera les genera presión. Es bueno para ellos. El mundo de Boca los va a apoyar  pero a su vez les va a exigir», dice a Acción Chicho Serna. «Fabra, Pérez, Barrios y Cardona tienen la capacidad para quedar en el alma del club –agrega el Patrón Bermúdez–. Siempre los sigo y les deseo lo mejor, aunque uno sabe que no es fácil». Córdoba, Bermúdez y Serna lograron lo máximo con la camiseta azul y amarilla: después de conquistar la Copa Libertadores 2000, ganaron la Copa Intercontinental ante Real Madrid en Tokio. Desde afuera, ahora, fueron determinantes para la llegada de los colombianos. Córdoba había recomendado a Cardona ante los dirigentes después de que saliera goleador con siete tantos del Sudamericano Sub 17 de Chile 2009. «Tiene características de Riquelme», les apuntó el arquero. Serna, el 5 de mil batallas, insistió para que Boca incorporara a Barrios y, luego, públicamente, en cada oportunidad, pidió que fuera titular. Barrios, de hecho, recién debutó el 29 de octubre pasado, cuando ingresó para jugar ante Temperley con el 4-0 consumado en la Bombonera. Pero en marzo de 2017 entró para quedarse con el puesto: corre, lucha, se tira al piso para robar, entrega la pelota. Nadie se animó a ponerle un apodo relacionado a Serna, porque es tan bueno lo que entrega, que Barrios tiene vuelo propio.
Entre las claves para comprender el gran arranque en la Superliga de Boca se encuentran los colombianos. Lo de Barrios configura el punto más alto. Juega de 5, su origen es humilde, y su batería para el sacrificio parece ser inacabable. Criado entre los disparos del barrio La Candelaria, de Cartagena, de chico vendía hielo en bolsas para poder pagarse el viaje a los entrenamientos. Junto con Fabra y Pérez, ya lograron su primer título en Boca. El caso de Fabra fue especial. De entrada, Guillermo lo colocó como titular. La falta de concentración en determinados momentos y la confianza excesiva desembocaban en errores. Lo relegaron al banco de suplentes. Pero Fabra, por calidad técnica y por la partida de Silva, revirtió la historia. Atrás quedó el grito de Guillermo en la semifinal de ida de la Copa Libertadores 2016 ante Independiente del Valle en Ecuador, en la jugada que terminó en gol: «¡Sacala a la mierda, sacala a la mierda!».

Sugerencia
Cardona, en cambio, jugó mejor los partidos de preparación que los oficiales. Los destellos técnicos, sin embargo, aparecieron en la cancha. Fue el jugador que le sugirió Riquelme durante una tarde de mates a Daniel Angelici, el presidente de Boca. «Cardona es un jugador de clase que pasa bien la pelota, que tiene gol, media distancia, pero sobre todo, tiene mucha personalidad», marca Serna. «Cardona debe portar la 10 de Boca con profesionalismo y compromiso. Capacidad, técnica y fútbol le sobran», suma Bermúdez. La comparación con Riquelme no es antojadiza. Hay similitudes por la estatura, la pegada, los pases gol y, en especial, por los brazos extendidos para aguantar y esconder la pelota de los rivales. «Ojalá nos dé muchas alegrías a los hinchas –dijo Riquelme–; y ojalá juegue mejor que yo». Cardona deseaba jugar en Boca. Está para cumplir su sueño. Guillermo apunta, también, a corregirle el carácter, después de una expulsión a los 15 minutos en el triunfo ante Chacarita en la Bombonera.
Córdoba, Bermúdez y Serna llegaron a mediados de 1997. Dos décadas después, hay cuatro colombianos en el vestuario de Boca. Si los primeros se destacaron por la fuerte personalidad y la seriedad afuera y adentro de la cancha, Fabra, Barrios, Cardona y Pérez –en menor medida– le aportan desde otro lado al plantel. Sus compañeros cuentan que son la alegría de cada práctica. Que bailan, cantan, y que van a todos lados juntos, al ritmo de la cumbia y el reggaeton. En la historia, en total, jugaron 14 colombianos en Boca. Barrios, quien convenció a Cardona para que se sume a Boca con varios mensajes de WhatsApp, el que más rápido entendió lo que significa el club, lo confesó: «Es importante el cariño que la gente le brinda a uno. Apenas llegué a Buenos Aires sentí ese apoyo. Acá, en Boca, a los colombianos nos hacen sentir como en casa. Lo hemos hablado con Fabra, Pérez y Cardona. Eso te da confianza para poder rendir al 100%». El objetivo del Boca campeón de Guillermo, más allá de terminar arriba a fin de año en la Superliga, será la Copa Libertadores 2018. Y con ellos adentro, para repetir las gestas con sabor colombiano de la historia de Boca.

 

Estás leyendo:

Deportes

El factor Colombia