6 de mayo de 2024
Sin los clubes llamados grandes en la definición, Estudiantes de La Plata obtuvo la 16ª estrella de su historia. La paridad en el juego. Ratificación del proyecto Verón-Domínguez.
Santiago del Estero. Festejo del plantel del club platense en el estadio Madre de Ciudades.
Foto: NA
En diciembre de 2023, en el lapso de cuatro días, hubo dos finales del fútbol argentino sin la presencia de los cinco clubes «grandes»: Rosario Central le ganó a Platense la Copa de la Liga y Estudiantes de La Plata doblegó a Defensa y Justicia en la definición de la Copa Argentina. La final de la Copa de la Liga 2024 que Estudiantes le ganó en los penales a Vélez en Santiago del Estero –su 16°estrella sumando torneos locales e internacionales– fue apenas la undécima definición sin «grandes» en la historia del fútbol argentino.
Las tres últimas sucedieron en los últimos seis meses. El actual formato de la Copa de la Liga –con dos zonas de clasificación con 14 equipos, cuartos, semis y final– les ofrece más posibilidades de campeonar a los clubes «chicos» o «medianos», porque no se enfrentan a todos ni tampoco enfrentan al menos una vez a los «grandes» –como ocurrió en esta edición, donde Estudiantes salió campeón sin haber jugado ante River–, y porque al último partido no necesariamente llegan los «mejores». En las cinco ediciones de la Copa de la Liga, de hecho, hubo tres campeones por fuera de los clubes «grandes», beneficiados con el «voto proporcional» (triple) que la AFA les había extendido en 1937 a Boca, River, Independiente, Racing y San Lorenzo: Colón (2021), Central (2023) y Estudiantes (2024). El antecedente de la Copa de la Liga había sido la Copa de la Superliga 2019: el campeón fue Tigre.
En las últimas cuatro ediciones de la Copa de la Liga, solo una vez un puntero de zona llegó a la final (Colón, en 2021). De ahí que no siempre salen campeones los «mejores». Por ejemplo: River, actual campeón de la Liga –la edición 2024 comenzará ya este viernes, y tendrá un receso entre junio y julio por la Copa América–, nunca alcanzó una semifinal de la Copa de la Liga.
En las últimas cuatro ediciones de la Copa de la Liga, que se jugaron con el formato actual, a los «grandes» no les fue bien: River fue el único que pasó siempre a cuartos de final. El resto, no. Boca y Racing en tres de cuatro, Independiente apenas una vez y San Lorenzo, ninguna. Boca fue el único de los «grandes» que ganó la Copa de la Liga (2020 y 2022). En las últimas cuatro ediciones de la Copa de la Liga, en definitiva, se clasificaron a los mano a mano 19 equipos distintos. En los últimos cuatro años, un total de 32 clubes jugaron en Primera División. El 60% de los equipos, así, estuvieron a tres partidos de salir campeones. La «competitividad» del fútbol argentino por un lado y, por otro, la necesidad de «innovar» por los 28 equipos en Primera.
Nombres ganadores
El formato de la Copa de la Liga, en general, gusta entre los hinchas y los protagonistas. Entretiene. «Es emocionante, está a la vista. Hay una paridad enorme y hay partidos muy buenos –dijo Guido Carrillo, delantero de Estudiantes, minutos después de que se coronara en el Madre de Ciudades–. Es cierto que, pensando a largo plazo, por ahí hace que no se trabaje con tanta tranquilidad; pero el fútbol argentino es muy complicado».
Carrillo, 32 años, jugó en tres de las ligas top de Europa (Mónaco, en Francia; Southampton, en Inglaterra; y Leganés y Elche, en España). Volvió por segunda vez a Estudiantes en 2023 y salió campeón de la Copa Argentina y de la Copa de la Liga. El nuevo título de Estudiantes, que se había metido en la final tras superar en los penales a Boca, un rival que había jugado mucho mejor en los 90 minutos, certifica el proyecto que lidera Eduardo Domínguez, único DT campeón dos veces de la Copa de la Liga, ya que había sido el de Colón en 2021. También fue la consagración de un arquero desconocido, Matías Mansilla, clave para ganar la serie de penales ante Boca y Vélez, y una nueva estrella para dos ilustres como Enzo Pérez y José Sosa.
Otra vuelta. Eduardo Domínguez en la celebración de este domingo.
Foto: NA
Y, en lo político, la conducción de Juan Sebastián Verón, por tercera vez presidente de Estudiantes, seducido por el sistema «mixto» de manejo de clubes en plena intentona del Gobierno por instaurar las sociedades anónimas en el fútbol argentino, y crítico de la AFA de Claudio Tapia.
Si las copas nacionales, como la Copa Argentina y la Copa de la Liga –que además premian con la clasificación a la Libertadores–, son más propensas a poder ser ganadas por los clubes no «grandes», para encontrar un ganador de una liga entre los «chicos» y «medianos» hay que retrotraerse a Lanús en 2016, cuando ganó la Primera División. Aunque con un asterisco: aquel fue un torneo de «transición», con dos zonas de 15 equipos cuyos primeros jugaron la final (Lanús le ganó a San Lorenzo en el Monumental). Entonces, para dar con un campeón no «grande» de la liga, en la que todos se enfrentaron con todos a un partido, hay que ir aún más atrás, cuando Vélez ganó la Primera División 2012/13, y para dimensionar todo lo que pasó, vale decir que había 20 equipos en la élite. Lanús y Vélez fueron la excepción que confirma que la Liga, el torneo «largo», suele ser para los «grandes», aunque no para todos: desde 2014, las ganaron Boca, River y Racing.
Diferencias que se esfuman
La final que Estudiantes le ganó a Vélez puede leerse como una de las principales características del fútbol argentino. Por el lado bueno, que los torneos son tan competitivos que puede ganarlo cualquiera. Por el malo, que el nivel es muy bajo y, así el panorama, cualquiera puede ganarle a cualquiera. ¿Se equipara para arriba o para abajo? «La Copa de la Liga es un formato ideal para potenciar lo que sobra en el fútbol argentino: “competitividad”, rasgo que entrega la falsa sensación de equivalencia y destaca el esfuerzo por encima de cualquier otro atributo», dice el periodista Fabián Godoy, comentarista del fútbol argentino, uno de los más finos analistas del juego.
El formato de la Copa de la Liga disfuma las diferencias económicas y de jerarquía de planteles entre los «grandes» y el resto. Lo mismo ocurre en la Copa Argentina, en la que, en un partido, un «grande» puede caer ante un club del ascenso (el antecedente reciente fue la derrota de Racing el jueves ante Talleres de Remedios de Escalada, hoy en la Primera Nacional, en los treintaidosavos de final). En la Copa de la Liga, al menos, el fútbol argentino reivindica la grandeza de los no tan grandes, tan claves como los cinco «grandes» en la historia, porque Estudiantes ganó cuatro Libertadores antes de esta cuarta copa nacional que sumó a sus títulos.