8 de septiembre de 2023
Los Pumas sueñan con dejar otra huella en la máxima cita del rugby. Garra y talento, buena preparación y un DT de jerarquía alimentan la ilusión. Análisis de especialistas.
Con orgullo. Ataque argentino en el resonante triunfo sobre Australia en Sidney, en julio de este año.
Foto: Getty Images
Tercer puesto en el Mundial de 2007 y cuarto en el de 2015. ¿Qué esperar de Los Pumas en Francia 2023, el torneo de 51 días que comienza este viernes 8 de septiembre? Sinónimo de pasión, el rugby argentino es el barro, la garra, el esfuerzo. Y el tercer tiempo. Partidos históricos y jugadores que dejaban todo ante las potencias. Las mismas potencias que luego los invitarían a competir en el más alto nivel. Recordemos las canchas de Ferro y Vélez llenas en los 80 y 90. También cada plaza del Interior, ayer y hoy. Las tapas de El Gráfico. Aunque el mito nació antes: en 1965.
Ese año el seleccionado hizo una gira de 16 partidos por Sudáfrica. El más importante fue el del 19 de junio en Ellis Park, Johannesburgo. Todavía no eran Los Pumas cuando les ganaron a los Junior Springboks 11 a 6. Amateurs, los integrantes de aquel plantel recurrieron a ahorros y rifas para viajar. Hasta se pidieron días de licencia en sus trabajos. Entonces era invierno, como ahora; y el dólar en argentina se disparaba, como ahora.
«Los Pumas destrozaron la cuna del rugby sudafricano», tituló el matutino inglés Cape Times. La historia la cuenta el periodista argentino Jorge Búsico en su libro El rugido – Sudáfrica 1965, el nacimiento de Los Pumas (Club House). Entonces nace también el apodo Pumas, aunque el dibujo era, en verdad, un yaguareté.
Hoy profesionales, con jugadores en torneos de primer nivel, no van a Francia como turistas. Viajan a intentar ganar la copa y tienen con qué, más allá de que hay candidatos firmes: All Blacks (Nueva Zelanda), Springboks (Sudáfrica, último campeón), Irlanda y Francia.
La sombra del 2007, con Agustín Pichot como referente, dejó huella. Aunque hoy nada sea igual. Pichot ya no juega en las canchas sino en los escritorios como dirigente de peso. El plantel lo conforma una nueva generación, la de los nacidos al borde del 2000. E incluso el DT no es argentino sino australiano: el experimentado Michael Cheika tiene 56 años, fue nombrado como mejor entrenador del mundo en 2015 y reemplazó a Mario Ledesma en marzo de 2022. A Cheika lo acompañan Juan Fernández Löbbe, Andrés Bordoy, Felipe Contepomi y el neozelandés David Kidwell.
«Tenemos un plantel poderoso, con una buena preparación», se ilusiona el histórico símbolo del rugby argentino Hugo Porta en diálogo con Acción. «La mayoría de los jugadores se destacan en el rugby europeo. Se ve al equipo contento, y si hay una buena vibra se puede tener un buen desempeño», apuesta «el Chapa» Eliseo Branca, referente Puma en los 70 y 80.
«A los Pumas los veo como para hacer un buen Mundial. Pero dependen de ellos en cuanto a que estén bien enfocados y levanten lo aprendido del año pasado, cuando perdían y ganaban, perdían y ganaban. ¡Era un electrocardiograma! Ahora se ve una mejor preparación», le dice a Acción Alejandro Oneto Gaona, coach en aptitudes mentales y liderazgo y hombre del ambiente del rugby. Oneto Gaona fue parte de la preparación para este Mundial del seleccionado chileno, Los Cóndores, que compartirán el Grupo D con Los Pumas, Inglaterra, Japón y Samoa.
Una cuestión mental
Los Pumas vienen de dos caídas (Nueva Zelanda y Sudáfrica) y una victoria (Australia) en el Rugby Championship 2023 y una derrota en Vélez ante los Springboks, el 5 de agosto. Cuentan con 33 jugadores experimentados y de primer nivel. Tienen un símbolo en Agustín Creevy, jugador del London Irish de la Premiership y el primero en disputar 100 partidos con la selección. El capitán es Julián Montoya, del inglés Leicester Tigers, quien reemplazó en el cargo a Pablo Matera (Honda Heat, de la segunda división japonesa), referente y parte de aquella camada que no homenajeó a Diego Maradona a horas de su muerte. Matera perdió la capitanía tras conocerse una serie de tuits racistas de sus tiempos de adolescente. Aunque pidió disculpas, ahí queda latente una zona gris.
Lucio Cinti (23 años, jugador de La Plata Rugby Club) y Juan Martín González (22, hoy en los Saracens ingleses) son dos de las grandes apuestas del plantel argentino. El entrerriano Marcos Kremer (del Clermont, de Francia), Santiago Carreras (Gloucester, Inglaterra), Emiliano Boffelli (Edinburgh, Escocia) y Santiago Chocobares (Stade Toulosain) dan experiencia y referencia al plantel.
Francia 2023 será un Mundial en el que –entre tanto profesionalismo y trabajo táctico y físico– lo mental resultará fundamental. Oneto Gaona dice que ese es el detalle que marcará la diferencia. «En eso, los que corren con ventaja son los sudafricanos porque tienen un sentido de pertenencia único. Además, llevan tiempo trabajando en lo mental. Y tienen a Rassie Erasmus como entrenador, que es ciento por ciento líder. Los All Blacks, en cambio, dependen de cómo esté Ian Foster, un entrenador que carece del mismo liderazgo que Erasmus».
Tanto para Oneto Gaona como para Branca, la cosa no pasa de los Springboks y los All Blacks. «Un escalón más abajo, Irlanda; y después Francia», coinciden.
«Los Pumas están bien preparados para este Mundial, más allá de las cuestiones relacionadas con ciertos puestos clave. Si son conscientes de su potencial, capacidad y talento, y reajustan su enfoque en ellos mismos, pueden llegar muy lejos. Es decir, a las semifinales. Pero insisto: depende de ellos», dice Oneto Gaona. «A los chicos se los ve contentos. Que vayan a disfrutar. Tienen un privilegio: el de representar a un país», dice a su vez el Chapa Branca. Y cierra Porta: «No hay mayor orgullo que representar a tu país en un Mundial».