9 de marzo de 2022
Se llama Ángel, nació en Rosario, es hincha de Central y juega en la selección. Pero no es Di María, es Ángel Correa, uno de los jugadores que Scaloni siempre tiene a mano. Fue el que usó la 10 en los partidos en los que no estuvo Messi. Y es el que entra en los segundos tiempos para darle frescura al ataque. Lleva cinco temporadas en el Atlético de Madrid, con Diego Simeone como entrenador, y atraviesa en la actualidad un momento goleador. Simeone lo había adelantado el año pasado: «Si sigue así, llegará el gol, porque la vida y el fútbol es trabajo y un día paga».
Ahora compañero de Rodrigo De Paul, recién llegado a «Aleti», Correa es uno de los miembros silenciosos de la nueva guardia de la selección. Di María reveló en una entrevista televisiva que un dato de su tocayo fue clave para su gol frente a Brasil. «Me había dicho que (Renan Lodi) no jugaba mucho en Atlético de Madrid porque tenía problemas a la hora de retroceder y le costaba la espalda. Eso se lo comenté a De Paul y le dije que la que tuviera para meter que lo hiciera», contó.
Criado en el barrio rosarino de Las Flores, a los 12 años se fue a San Lorenzo, el club donde debutó en Primera. Contra Newell’s. Ganó un título con el Ciclón y a los pocos meses cerró su venta al Atlético de Madrid. Quiso quedarse para jugar lo que quedaba de la Copa Libertadores, pero los estudios médicos detectaron una afección cardíaca. Debió operarse. Estuvo seis meses sin jugar, recién un año después, en julio de 2015, pudo ser presentado como jugador del Atlético, en momentos en que su pase, además, era sospechado de ser otro negocio de Los Monos, la banda narco rosarina que controla el barrio donde creció Correa. El jugador hasta tuvo que declarar en el juicio. Para Correa, todo se fue acomodando. Vinieron los títulos con el equipo de Simeone (Liga, Liga europea y Supercopa europea), la Copa América con la selección, y el arranque demoledor de 2022, con Atlético de Madrid en baja pero con él en alta, elegido mejor jugador de la Liga española durante enero. El otro Angelito de la selección también mira Catar.
