13 de marzo de 2014
A los seguidores del ex UCD, ex Palito Ortega, ex Duhaldista, ex jefe de Gabinete K y actual ¿Renovador? Sergio Massa no se les movió un pelo cuando uno de sus referentes, Felipe Solá (ex Casi Todo), anunció que no sería mala idea resolver los problemas del país suspendiendo las paritarias y bajándole los sueldos a los trabajadores; frase fundacional a la que de inmediato adhirió con fervor José de Mendiguren, referente de la UIA.
Sin embargo, como la gente es mala y comenta, rápidamente brotó un coro de voces criticando tan noble propuesta.
Personalmente yo estoy de acuerdo con que se les baje el sueldo a los trabajadores. Y les digo por qué.
a) El laburante suele ser un tipo de mirada corta, sin conciencia de los beneficios del ahorro o de la inversión productiva. Más plata gana, más plata gasta en tonterías, alcohol y, como se dijo de la asignación familiar, en drogas. O sea que si se le baja el sueldo, lo estamos beneficiando física y moralmente, además de iniciarlo en la costumbre del ahorro. Que, en realidad, el que ahorre sea el empresario es un detalle menor, ya que el obrero debe colaborar para que la empresa sea exitosa.
b) Bajar los sueldos a los obreros y a los jubilados no es una novedad. Este recurso ya fue utilizado con éxito por don Mingo Cavallo y el flamante procesado don Federico Sturzenegger al final de la década de los Fuegos Artificiales; o sea, que nadie diga que estamos inventando cosas.
c) Algunos dirigentes gremiales prestarían su acuerdo siempre y cuando, por su deber de defender a sus afiliados, no les toquen ni la cuota sindical ni la cuota de la obra social.
d) En un mundo donde el consumismo y el dinero son los paradigmas que regulan la sociedad, que surja un país que trate de evadirse de este corsé, para presentarse como una vanguardia que prioriza la pobreza, como San Francisco de Asís, el ascetismo, como Simón el Estilita, que pasó 36 años viviendo arriba de una columna, o el compartir con los que tienen menos, como Pablo Escobar o el Chapo Guzmán, habla a las claras de los beneficios inmateriales de esta iniciativa superadora.
e) Bajar los sueldos creará más empleo. Al patrón le quedará ahora un capital adicional con el cual podrá aumentar su oferta de empleos con bajos sueldos iniciales y sin el temor de las paritarias. O puede suceder que no tome a nadie y se quede con la diferencia, pero esto no depende de su voluntad, sino de las enigmáticas leyes del mercado.
Resumiendo: bajar los sueldos es hacer Patria. Gracias, Felipe; gracias, Sergio.
—Santiago Varela