Humor | POR SANTIAGO VARELA

La burbuja equivocada

Tiempo de lectura: ...
Santiago Varela

Salgo de mi casa, me cruzo con un mantero que vendía tres criptomonedas y dos pares de medias por solo un millón de dólares y me dirijo al centro de la ciudad donde la gente se derrite por el calor producto de un cambio climático que todavía algunos pretenden negar.

–Lo niegan porque no existe –me interpeló mi amigo el mileista Pepe Lambe que venía con sobretodo, bufanda y transpirando como un oso polar en el Sahara–. Terminemos con las mentiras desestabilizadoras del Servicio Meteorológico, la sensación térmica es eso, una sensación, algo irreal.

–Claro –contesté yo–, como allá lo dijo Trump, aquí se transforma en ley. Y también es ley que las vacunas te matan y que la Tierra es plana. De seguir así, en cualquier momento terminamos de cerrar los hospitales, traemos curanderas y volvemos todos contentos al siglo XII.

–No es mala idea –me dijo–. ¡Época de oro de la Santa Inquisición!

Lo dejé a Lambe que siguiera con su campaña y me fui a ver al experto en temas internacionales Pepe Planisferio para que me explique qué está pasando en el mundo.

–Sencillo Dolape. Llegó Trump, pateó el hormiguero, dijo: «Aquí el pesado del barrio soy yo», y empezó a sopapear a todo el mundo. Además, el tipo se autopercibe el emperador de la galaxia y como tiene soldados y portaviones en todas partes, y tiene dólares… y además la máquina para fabricarlos, se la re-cree –concluyó–.

–En realidad es muy común que el tipo que agarró la manivela se la crea y no la quiera largar –opiné–.

–Por supuesto ¿O vos pensás que Trump arma todo este despiporre en el mundo para irse dentro de cuatro años a jugar con los nietos? –preguntó–.

–Pero lo dice la Constitución, y ellos son los reyes de la democracia –apunté–.

Pepe Planisferio me miró, puso su mano en mi hombro, se acercó a mi oído y me dijo: «Te transmito algo super confidencial, no lo divulgues: Los reyes magos son los padres». Luego me dio un besito en la bocha y se las tomó.

Yo me fui pensando en qué me habría querido decir, cuando paso por una verdulería y veo la lechuga capuchina a 8.000 pesos. Me acerqué y lo increpé al verdulero.

–¡Ayer estaba a la mitad, vos hacés que la inflación suba!

–No, señor, la inflación la maneja el Indec y está a la baja, yo solamente aumento los precios, como hacen todos. Son dos cosas distintas. 

Ahí me di cuenta de que estoy viviendo en una burbuja equivocada. Hoy que los precios suban no tiene nada que ver con la inflación. Igual que pedir un préstamo en dólares para pagar una obligación en pesos, no genera más deuda. Si me esmero, quizás algún día aprenda algunas cosas… aunque no sean tan importantes.

Estás leyendo:

Humor POR SANTIAGO VARELA

La burbuja equivocada